En un mensaje grabado, con puesta en escena presidencialista, Trump se dirige a su nación para perfilar cómo serán sus 100 primeros días de Gobierno. "Mi agenda se basará en un simple principio básico, poner EEUU primero".

Para empezar, Trump retirará a EEUU del Acuerdo de la Asociación Transpacífico, que buscaba contrarrestar la expansión de China. Es una prioridad para él también eliminar las restricciones al desarrollo energético, incluyendo al carbón o al fracking. La lucha contra la contaminación, está claro que no está en su agenda.

En cuanto a inmigración, nada de muro ni deportaciones, de momento, pero sí promete revisar los visados abusivos."Trabajaremos juntos para hacer que EEUU sea grande de nuevo para todos", ha señalado.

El muro sí que estaba en los papeles de un aspirante a Secretario de Seguridad Nacional que salía de reunirse con Trump con la carpeta cerrada, pero que entraba así, con los papeles a la vista. Concretamente su plan antiinmigración que mete en el saco de extranjeros criminales a todo el que sea arrestado por cualquier crimen o pertenezca a una pandilla callejera.

Mientras Trump sigue con su ronda de entrevistas con las principales cadenas de televisión, se ha lanzado a proponer en Twitter al eurófobo Nigel Farage como embajador británico en Washington.

Desde Downing Street han contestado que ya tienen a un maravilloso embajador. Parece que Trump no tiene bastante con su Gobierno y se preocupa también de nombramientos que no le corresponden a él.