La polémica arrancó a raíz de unas declaraciones publicadas en el diario digital 'Observador' en las que uno de los responsables del Colegio Militar, el coronel António Grilo, reconocía que existían casos de discriminación de los homosexuales. Asumía, incluso, que se avisa a los padres de los alumnos homosexuales de que sus hijos "pierden espacio de convivencia interna" y acaban por ser "excluidos".

Sus afirmaciones llevaron al general Carlos Jerónimo, jefe del Estado Mayor del Ejército, a poner su cargo a disposición del presidente, Marcelo Rebelo de Sousa.

El Bloque de Izquierda, el tercer mayor partido portugués que incluye a colectivos gays en su seno, ha pedido una audición en el Parlamento del dimisionario Carlos Jerónimo para que explique si la alta jerarquía militar conocía las prácticas discriminatorias.

También han reaccionado ante este caso las asociaciones de homosexuales de Portugal, que felicitaron al ministro de Defensa, José Alberto Azeredo Lopes, por su rápida reacción para proteger los derechos del colectivo gay.

El propio ministerio de Defensa envió un comunicado al periódico 'Diário de Notícias', en el que consideró que las declaraciones atribuidas a la dirección del Colegio Militar representan "una inaceptable discriminación en relación a la orientación sexual".