La seguridad nacional y la lucha contra Daesh centraron el quinto debate entre aspirantes republicanos a la presidencia de EEUU, en el que Donald Trump y Ted Cruz, los dos candidatos mejor posicionados en las encuestas, evitaron el enfrentamiento directo. Este fue el primer debate celebrado tras los atentados de París del 13 de noviembre y el ataque en San Bernardino del 2 de diciembre, por lo que éste giró, casi en su totalidad, en torno a cómo combatir a Daesh en su califato de Irak y Siria y fuera de sus fronteras.