Un total de 528 simpatizantes de los Hermanos Musulmanes y del depuesto presidente Mohamed Mursi han sido condenados a pena de muerte en Egipto por atacar comisarías y edificios gubernamentales, informaron fuentes judiciales.

El Tribunal Penal de Minia, al sur de El Cairo, remitió los expedientes al muftí del país, Shauqi Alam, la máxima autoridad religiosa, para que emita su dictamen (no vinculante) sobre este caso. Desde el golpe militar del pasado 3 de julio contra Mursi, miles de seguidores de la cofradía han sido detenidos y decenas de ellos sentenciados a prisión, pero hasta ahora no se habían decretado condenas a la pena capital.

La corte, presidida por el juez Said Yusef, absolvió a otros 17 miembros y partidarios de la Hermandad procesados en esta causa, cuyo fallo deberá ser confirmado por el mismo tribunal el próximo 28 de abril, una vez se conozca la opinión del mufti.

Los condenados fueron encontrados culpables de una serie de asaltos a edificios gubernamentales y comisarías perpetrados en la provincia de Minia, en protesta por el violento desalojo policial de las acampadas en El Cairo de los islamistas en agosto pasado. Uno de esos ataques tuvo como blanco la sede policial de la ciudad de Matai, donde fue asesinado el asistente del comisario, el coronel Mustafa Ragab.

Según varios medios egipcios, solo 147 de los acusados están detenidos, mientras que el resto fueron juzgados en rebeldía. Los procesados fueron sentenciados también por intentar asesinar a un subteniente y a un policía en esa comisaría, apoderarse de armas, e incendiar el edificio. La sesión del juicio se celebró entre estrictas medidas de seguridad.

Los Hermanos Musulmanes han calificado de "injusto" y de "nuevo crimen del golpe militar" el fallo judicial. En su página oficial, la cofradía señaló que los magistrados egipcios están "sometidos a los militares" y apuntó que esta sentencia supone "un hecho sin precedentes en la historia de la justicia".