Ana Ballesteros, de 18 años, recibió la descarga de un rayo en Cereté, al norte de Colombia, mientras iba hacia el colegio en el que estudia. La joven fue hospitalizada, pero desde entonces, sufre dolores muy fuertes en la espalda que le impiden caminar.

En Cereté, municipio en el que reside Ana, existe la creencia de que la energía de este tipo puede ser eliminada por la tierra, por ello y según medios locales, permanecerá enterrada hasta el cuello cuatro horas durante varios días para eliminar la energía recibida.

Sin embargo, Walter Gámez, médico de la clínica de Montería, asegura que no está comprobado científicamente que dicha práctica tenga "un efecto válido".