En Arabia Saudí, el Tribunal Supremo mantiene la condena de mil latigazos y 10 años de cárcel para Raif Badawi, un bloguero que fue detenido ya en 2012 por los delitos de ciberdelincuencia y desobedecer a su padre. La Unión Europea, Estados Unidos y las ONG más importantes del mundo habían solicitado al reino árabe que anulara la condena como gesto humanitario. Una presión internacional que finalmente ha sido en vano.