Al grito de "Alá es grande", un islamista ha arrollado con su coche a once personas en la ciudad francesa de Diyon. El ataque se ha producido horas después de que otro radical, gritando lo mismo, acuchillara a dos agentes en una comisaría de Turs y después fuera abatido a tiros. Las autoridades han advertido a la Policía que extremen las precauciones ante más ataques.