"Siendo realistas, Darren (Wilson) no volverá a ser oficial de policía de nuevo y él lo entiende", ha dicho el letrado, Jim Towey, que ha añadido que "el siguiente paso será volver a la escuela e intentar buscar otro nicho, otra carrera, para él y para su familia".

"El sabe cómo hacer el trabajo y podría hacerlo, pero él cree que si en algún momento vuelve al Departamento de Policía podría poner a otros agentes en riesgo. Y eso, simplemente, él no lo hará", ha sentenciado Towey.

El agente Darren Wilson defendió en declaraciones a ABC News, que no era su "intención" matar al joven negro y dijo tener la "conciencia tranquila", ya que respondió a una potencial amenaza de acuerdo a los protocolos establecidos.

En la primera entrevista que concedía desde que el gran jurado de Misuri decidiese no presentar cargos contra él por los hechos del 9 de agosto, el agente explicó que se encontró con Brown y con un amigo, Dorian Johnson, cuando se dirigía a comer en su coche. Los dos jóvenes caminaban por mitad de la calle y el policía les pidió que se subiesen a la acera, pero hicieron caso omiso.

"Michael Brown se acercó e intercambió algunas palabras explícitas conmigo", ha explicado Wilson, en alusión a expresiones como "¡qué le den a lo que digas!". El agente confirmó que éstas fueron las primeras palabras del joven.

En ese momento, Wilson se percató de que Brown y Johnson encajaban con la descripción de dos ladrones y solicitó asistencia por radio a otras patrullas. Intentó aparcar y salir de su vehículo, pero se quedó "atrapado" por culpa de Brown, que le impedía abandonar el coche.

"Usé mi puerta para empujarle y le grité que se apartara. Entonces, él empujó la puerta y comenzó a mirarme", en un intento de intimidación, recordó. "Cuando le devolvió la mirada, comenzaron a volar puñetazos", añadió.

Fue entonces cuando el agente, según su versión, dio marcha atrás y comenzó a realizar disparos de advertencia. Tras la "segunda ronda", Brown no se amedrentó y comenzó a acercarse hacia Wilson: "Miré el cañón de mi arma y disparé".

Frente a las críticas, el policía insiste en que hizo lo correcto y ha aclarado que no era su "intención" matar a Brown. "La razón por la que tengo mi conciencia limpia es porque sé que hice bien mi trabajo", defendió en la entrevista.

Wilson sí ha lamentado los altercados posteriores y ha expresado sus condolencias a los padres de Brown. No obstante, admitió que "nada de lo que pueda decir" podrá devolver la vida a este joven o "hacer sentir mejor a los padres".