Faltaban unos 15 minutos para el final cuando el árbitro señaló un penalti contra el Industrial. Los jugadores protestaron y uno de ellos, supuestamente, agredió al colegiado.

La respuesta del colegiado: fue al banquillo, abrió su mochila y sacó una pistola; el presunto agresor abandonó el campo.

Policía militar

Según los medios brasileños, Camilo Eustaquio, colegiado del encuentro, es también policía militar.

Un árbirtro sufre una brutal agresión en un partido de fútbol en la Victoria, Tenerife
Frame 1.619704 de: Brutal agresión al árbitro en un partido de fútbol sala con los niños burlándose en la grada
El momento de la brutal agresión