El bourbon de Kentucky cuando se acerca la Semana Santa no se ve, se come en forma de torrija al whisky y con toques de hierba buena. "Cogemos el pan de la torrija tradicional y lo mojamos en la leche que está aromatizada con bourbon. Lo bañamos con huevo y de ahí al aceite" dice Pedro Fernández, I+D Vait Pastelerías.

El broche final llega en forma de pequeña pipeta relleba del mismo licor. "A la hora de comer podemos inyectar el bourbon en la torrija o bien regarla por encima un poco" dice Pedro.También al whisky para los que se suman a lo de cuánto más dulce mejor, ahí una de bailys con chocolate. "Lleva cacao y lleva un chorro de bailys chocolate.

El toque de manzana y el whisky le dan el nombre y el sabor a la torrija 'golden apple'. Y con un buen chorro de vozka y otro de tequila tenemos las torrijas 'cosmopolitan' y 'margarita'. "Lo que vamos a hacer es poner sobre la torrija un poco de zumo de arándanos y una pipeta de un whisky holandés de trigo ecológico" dice Peter de Vidts, de Brand Ambassador Reserve Diageo.

Imposible que se te suban a la cabeza porque sólo llevan un centilitro y medio de alcohol, tendríamos que comer al menos seis para igualar a una copa.