Mientras veo estupideces encadenadas en "el nuevo prime time" de nuestras vidas que es el timeline de Instagram, comparto en mi cuenta 'Malasmadres' el discurso que dio María Ángeles Durán en la presentación 'Informe del CES de España sobre mujeres, trabajos y cuidado' y reto a Instagram a mostrar este contenido, que va en contra de sus principios. El algoritmo lo penalizará en los primeros segundos de vida, como a todos los contenidos que no responden a una tendencia, porque "no interesa", la gente no interactuará con el post y pasará a mejor vida. Pero a mí que lo hayan visto (aunque sea una milésima de segundo) 42 mil personas ya me parece suficiente.
La contundencia de las palabras de Durán me estremecen cuando reflexiona sobre lo que hacemos las mujeres, sobre "la mochila de cuidado" que nos impide tener un empleo o tener un empleo digno o mantener la salud mental mientras cargamos con la mochila de cuidado y un empleo digno porque como ella dice "no es solo la cantidad de cosas que hacemos, sino la intensidad y la velocidad con la que lo hacemos".
A nosotras lo del 'multitasking' nos hundió de mala manera, el mito de la 'superwoman' nos remató y la sociedad digital nos enterró. Porque claro 'podemos'. Todo el mundo puede. Y si tú no puedes es porque no te organizas bien, porque no estás practicando la teoría pomodoro para ser más efectiva o trabajando en bloques para mejorar tu productividad. Y te revisas y cuestionas, una y otra vez. Porque "si quieres, puedes" nunca lo olvides y así vas, enlazando una cosa con otra, enlazando la vida, el descanso, las meriendas, las lavadoras, los emails y haciéndolo todo a la vez con la sensación angustiosa de estar haciéndolo todo mal. Y de repente. Cuando menos lo esperas. ZAS. Positivo en covid. Estrés por cambiar todo lo que tenías planificado, por pensar cómo aislarte de tus hijas, como si eso fuera posible, y no contagiar a nadie, con el miedo en el cuerpo y LA CULPA haciendo de las suyas, hasta que el cansancio de este dichoso virus te tumba. Y en esa posición horizontal, que practicas poco o nada, coges el mando que no recuerdas ni cómo funciona, pides ayuda a tu hija para poner Netflix, que justo hoy no funciona y PARAS. Por fin paras porque no tienes más remedio.
Y te resulta el mayor de los placeres PARAR. Con la excusa covid, al menos pides dormir sola, "es por vosotros" dices. Y duermes del tirón. Y abres la libreta que hace un año que no usas, donde te gustaba escribir pensamientos, ideas y… te das cuenta de que así no puedes seguir.
Hace unas semanas, me preguntaban "qué es lo que más disfrutas" y me paralicé. No supe responder. Y ahora en el papel, escribo y soy consciente de que disfruto todo de mi vida y NADA, ¿cómo es eso posible? Porque pienso en lo que dice María Ángeles Durán y encuentro la respuesta: "yo así no disfruto de nada. Con esta intensidad no se puede disfrutar".
Me niego a ser cómplice de este sistema consumista, que solo premia a unas pocas personas, a las que siguen las normas y dan al sistema lo que se espera de ellas. Salgamos de ese timeline en el que se ha convertido nuestra vida.
Despertemos por favor.