En la actualidad, una de cada nueve o diez mujeres españolas podrá sufrir cáncer de mama a lo largo de su vida, siendo el tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres de Occidente. En España, cada año se diagnostican unos 25-30.000 nuevos casos.

El screening permite que más del 90% de los cánceres de mama sean diagnosticados en estadios tempranos. Sin embargo, este año, como consecuencia de la pandemia, el confinamiento y el miedo a acudir al hospital ha provocado que se estén detectando cánceres de mama más avanzados.

En este sentido, para obtener el mejor pronóstico de la enfermedad es esencial su detección precoz. En el caso del cáncer de mama temprano, el subtipo hormonal tiene una curación superior al 90-95%; el de tipo HER 2, del 80-90%; y el de triple negativo, del 70%; los tres en el largo plazo.

Actualmente, están surgiendo nuevas vías terapéuticas para los tres subtipos principales de cáncer de mama. Para el cáncer hormonal, la introducción de los inhibidores de CDK4/6 ha cambiado el panorama de los tumores: los resistentes se vuelven sensibles tanto en la metástasis como en la enfermedad temprana.

Con respecto al suptipo HER 2, existe el ‘tucatinib’, muy efectivo para los pacientes con metástasis cerebrales, además del nuevo tratamiento ‘trastuzumab deruxtecán’, con una eficacia superior a los tratamientos conocidos hasta ahora. Por su parte, para el triple negativo están siendo muy eficaces la inmunoterapia y los ihibidores de PARP.

Actualmente, la investigación se está centrando en tres vías básicas: en primer lugar, tratar de estratificar desde el principio, a nivel de genética, a aquellas pacientes con más o menos riesgo de desarrollar la enfermedad.

Después, emplear terapias moleculares con el fin de reactivar el sistema inmune, como es el caso de los inhibidores de PARP para tratar cánceres con alteraciones específicas en cada paciente.

Finalmente, realizar una biopsia líquida para diagnosticar el cáncer de mama de forma precoz, al igual que se hace con las mamografías. Este avance persigue identificar el ADN del tumor en muestras de sangre antes de que aparezca la metástasis.

En parte, el cáncer de mama se puede evitar mediante el control de la obesidad, el consumo de hormonas como anticonceptivos, la terapia hormonal sustitutiva, el alcohol, el tabaco y el número de embarazos.

Finalmente, cabe recordar que las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama se pueden realizar estudios genéticos que favorezcan a esa detección precoz.