El robot, llamado SRT-H, fue desarrollado por científicos de la Universidad Johns Hopkins y entrenado a partir de videos de cirugías realizadas por expertos en cadáveres de cerdos y acompañadas de subtítulos que describen cada paso del procedimiento. Durante la operación, respondió y aprendió de las órdenes verbales del equipo, actuando como un cirujano residente bajo las órdenes de su mentor. Además, el robot ejecutó las tareas con una precisión del 100%.

Evolución de STAR a SHT-H

En un comunicado de la universidad, publicado en 2022, el Robot Autónomo de Tejidos Inteligentes (STAR) de Axel Krieger, se proclamó como la primera cirugía robótica autónoma en un animal vivo: una cirugía laparoscópica en un cerdo. Pero requería tejido especialmente marcado, operaba en un entorno altamente controlado y seguía un plan quirúrgico rígido y predeterminado.

Sin embargo, el nuevo robot SRT-H representa un avance importante. Realiza verdaderas cirugías, adaptándose a las características anatómicas individuales en tiempo real, tomando decisiones sobre la marcha y autocorrigiéndose cuando las cosas no salen como se esperaba. Está construido con la misma arquitectura de aprendizaje automático que impulsa ChatGPT, y también es interactivo: es capaz de responder a comandos verbales y correcciones. El robot aprende de esta retroalimentación.

El año pasado, el equipo de la universidad Johns Hopkins utilizó este sistema para entrenar al robot en tres tareas quirúrgicas básicas: manipular una aguja, levantar tejido corporal y suturar. Cada una solo le llevó unos segundos.

¿Cómo se llevó a cabo la operación?

La extirpación de la vesícula biliar es mucho más compleja, ya que se trata de una serie de 17 pasos que duran varios minutos. El robot tenía que identificar determinados conductos y arterias y manipularlas de forma precisa. SRT-H aprendió a realizar la operación de vesícula biliar viendo vídeos de cirujanos de la Johns Hopkins en cadáveres de cerdos. El equipo reforzó el entrenamiento visual con subtítulos que describían las tareas.

Para validar el sistema, el robot tuvo que completar varios procedimientos de colecistectomía usando ocho tejidos porcinos 'ex vivo'. Aunque tardó más en realizar el trabajo que un cirujano humano, los resultados fueron comparables a los de un experto. “Para mí, esto demuestra realmente que es posible realizar procedimientos quirúrgicos complejos de forma autónoma. Es una prueba de que este marco de aprendizaje por imitación puede automatizar procedimientos tan complejos con un alto grado de solidez”, afirma Krieger.

Los detalles de la operación se publicaron en la revista Science Robotics, en un artículo liderado por científicos de la Universidad Johns Hopkins.