La investigación, que exploró la relación entre la Covid-19 y diversas enfermedades mentales, encontró que la pandemia ha dejado un impacto duradero en la salud mental de quienes contrajeron el virus de forma severa y no estaban protegidos por la vacuna. La Covid-19 ya ha sido ampliamente asociada con enfermedades mentales en varios estudios tanto hospitalarios como poblacionales. Sin embargo, hasta ahora, la evidencia sobre cómo esta enfermedad afecta específicamente la salud mental de los pacientes no vacunados era limitada. Este nuevo estudio proporciona datos sólidos al comparar el estado mental de las personas antes y después de un diagnóstico de Covid-19, prestando especial atención a aquellos que no estaban vacunados al contraer la enfermedad.

Vacunación
Vacunación | Pixabay

Las enfermedades mentales analizadas en este estudio incluían una amplia gama de afecciones, como la depresión, trastornos mentales graves, ansiedad generalizada, trastorno de estrés postraumático, trastornos alimentarios, adicciones, autolesiones y riesgo de suicidio. Los hallazgos mostraron que la incidencia de la mayoría de estas condiciones mentales fue significativamente mayor entre una y cuatro semanas después del diagnóstico de Covid-19, en comparación con la incidencia antes de contraer el virus o entre aquellos que no lo contrajeron.

Lo más alarmante es que esta mayor incidencia de trastornos mentales se mantuvo durante un año después de la recuperación de la Covid-19 en personas no vacunadas que padecieron una forma grave de la enfermedad. Estos resultados subrayan la importancia crucial de la vacunación contra el Covid-19, no solo para prevenir la enfermedad, sino también para proteger la salud mental de la población. Las personas con trastornos mentales preexistentes, en particular, pueden enfrentar un mayor riesgo tanto de infección por SARS-CoV-2 como de resultados adversos tras el contagio, lo que hace que la vacunación sea aún más vital para este grupo vulnerable.

Transmitir empatía al paciente
Transmitir empatía al paciente | Pexels

Este estudio destaca la necesidad urgente de fortalecer las campañas de vacunación y de proporcionar un apoyo psicológico adecuado a los pacientes que han pasado por un Covid-19 grave, especialmente aquellos que no estaban vacunados. La salud mental, como una parte integral del bienestar general, no puede ser ignorada en el contexto de la pandemia y sus secuelas a largo plazo.