Los pequeños peces cebra transparentes se han convertido, desde hace ya algunos años, en los candidatos perfectos para el estudio de enfermedades por su gran similitud entre su genoma y el del ser humano. 

Por todo ellos, siempre han estado muy presentes en los laboratorios y ahora, también, en los colegios ya que aporta muchos beneficios a los pequeños, según un estudio.

Esta es alguna de las conclusiones de este estudio que ha analizado a 20.000 niños, menores de 12 años, que participaron en el proyecto BioEYES gracias al cual, alumnos de EEUU han criado durante siete días a este tipo de peces desde su estado embrionario.

De 2010 a 2015, unos 19.463 alumnos de primaria, secundaria e instituto pudieron observar el desarrollo de los peces desde que son una sola célula hasta que se convierten en una larva con latidos de corazón y pigmentación diferent.

Los expertos notaron el cambio de actitud hacia la ciencia después de que los niños cuidaran a los peces. De hecho, cuidar a estos animales supone una gran experiencia para los niños y una buena etrategia parar atraer a los pequeños a la ciencia, tecnología, la ingeniería y las matemáticas, según los especialistas.

"Los niños están impacientes por ver a sus peces, son científicos naturales. Se centran tanto en sus experimentos que no tienen la sensación de estar en el colegio", ha explicado Steven A. Farber, biólogo en la Carnegie Institution for Science y la Universidad Johns Hopkins, y fundador del proyecto en 2002 junto a Jamie R. Shuda, director de Ciencias de la Vida en la Universidad de Pensilvania.

Con este experimento, los alumnos de primaria profundizaron sobre la anatomía de humanos y peces, sus hábitats, las células y el ADN. 

Los de secundaria identificaron rasgos observables de las crías de pez cebra, y en el instituto, se convirtieron en verdaderos científicos al determinar la composición genética de los padres al estudiar a las crías. Al finalizar la semana, todos los estudiantes fueron capaces de analizar los datos y discutir los resultados.  

"Ahora sé lo que es ser un científico" explicó uno de los niños que participaron en el estudio.