Las primeras estimaciones mundiales del impacto de la pandemia, publicadas en la revista The Lancet, afirman que la crisis sanitara desencadenó 53 casos adicionales de trastorno depresivo mayor y 76 millones de casos de trastornos de ansiedad en 2020.

En este sentido, ambos problemas incrementaron un 28% y un 26% respectivamente, donde las mujeres se vieron más afectadas que los hombres, y los jóvenes más que los grupos de mayor edad.

Ya antes de la pandemia, el trastorno depresivo mayor y los trastornos de ansiedad constituían buena parte de la morbilidad mundial, afectando a millones de hombres y mujeres de todas las edades en el planeta.

Todo esto evidencia la necesidad de reforzar los sistemas de salud mental para hacer frente a la gravedad de estos problemas, donde los esfuerzos deben centrarse en apoyar el bienestar mental, identificar los factores que perjudican la salud mental y mejorar el tratamiento de quienes padecen estos problemas.

'De esto hay que hablar', la nueva causa de Constantes y Vitales

Hasta hace poco tiempo, hablar de salud mental en los medios ha sido un tema tabú. Cada vez son más las personas que atraviesan un trastorno de este tipo a lo largo de su vida y, la situación límite que ha supuesto la pandemia para toda la sociedad, ha agudizado este tipo de enfermedades. Y ‘De esto hay que hablar’, como sostiene ‘Constantes y Vitales’ en la nueva campaña que pone en marcha la acción de Responsabilidad Corporativa de laSexta, junto a Fundación AXA.

Se trata de la primera evaluación del impacto global de la pandemia sobre la depresión y la ansiedad, cuantificando la prevalencia y la carga de los trastornos por edad, sexo y ubicación en 204 países y territorios en 2020.

Para llevarlo a cabo, se revisaron los datos de las encuestas de población publicadas entre el 1 de enero de 2020 y el 29 de enero de 2021, y se estudiaron los cambios de prevalencia en el trastorno depresivo mayor y de ansiedad debidos a la Covid-19 en función de la edad, el sexo y la ubicación.

En este sentido, descubrieron que el aumento de la tasa de contagios del coronavirus y la reducción del movimiento de personas se asociaron con el aumento de ambos trastornos, de manera que los países más afectados por la pandemia también tuvieron el mayor incremento en la prevalencia de la depresión y la ansiedad.

Por su parte, los jóvenes se vieron más afectados por el trastorno depresivo mayor en 2020, mientras que los grupos de mayor edad padecieron trastornos de ansiedad en mayor medida. La prevalencia adicional de estos trastornos alcanzó su punto máximo entre los 20 y los 24 años.

Finalmente, este estudio debería incentivar la realización de más investigaciones para determinar la distribución geográfica más completa de la depresión y la ansiedad, la prevalencia se sus trastornos y los mecanismos necesarios para mejorarla en el contexto de la pandemia.