Los investigadores han sido capaces de sintetizar una molécula que se dirige a las membranas de las células cancerosas cervicales para bloquear su migración, tal como se explica en un artículo publicado en 'Chem'.

La capacidad de las células cancerosas para cambiar de posición dentro de los tejidos del cuerpo a través de la migración celular y la invasión representa la mayor amenaza del cáncer para la salud humana, pero hasta ahora se había intentado abordar el problema de la migración del cáncer dirigiéndose a moléculas dentro de las células cancerosas, resultando un desafío encontrar un objetivo apropiado.

Así, este equipo de científicos consiguió diseñar una molécula luminisciente que reconoce las células cancerosas cervicales y las detiene de la migración.

La molécula consiste en un núcleo de complejo del metal rutenio con tres vloques de construcción de péptidos de autoesamblados unidos en una estructura tridimensional. 

Cuando estos bloques de construcción interactúan con un biomarcador de cáncer de cuello uterino conocido como fosfatasa alcalina placentaria anclada por glicosilfosfatidilinositol, que se encuentra en balsas lipídicas, se autoensamblan en cadenas de nanoescala, o "nanofibrillas", que unen balsas de lípidos en granes grupos. 

En consecuencia, los componentes asociados del citoesqueleto se unen, fijando la célula cancerosa en el sustrato y evitando que se mueva de ese sitio.

En respuesta a este fenómeno, la célula de cáncer trata de migrar a otro sitio lejos de inmovilización extendiendo las proyecciones llamadas filopodios en la nueva dirección de la migración. 

Este proceso continúa mientras que la célula del cáncer intenta emigrar lejos de estas regiones inmovilizadoras.

El equipo del profesor Zhang pudo visualizó la sujeción, el estiramiento y la ruptura de las células cancerosas cervicales mediante la inmunotinción de diferentes partes de las células y observándolas bajo un microscopio confocal fluorescente y un microscopio electrónico de barrido de alta resolución.