Un equipo de científicos y médicos de la Universidad de Nottingham y del Nottingham University Hospitals NHS Trust (NUH) ha logrado un avance revolucionario en el campo del diagnóstico oncológico: un nuevo método capaz de reducir de seis u ocho semanas a tan solo dos horas el diagnóstico genético de los tumores cerebrales. Esta innovación promete transformar la atención clínica de miles de pacientes cada año en el Reino Unido.

El método, que se detalla en un estudio publicado en la revista científica Neuro-Oncology, se ha utilizado durante 50 intervenciones quirúrgicas en tumores cerebrales, proporcionando diagnósticos intraoperatorios en menos de dos horas y clasificaciones tumorales detalladas en cuestión de minutos tras la secuenciación del ADN.

Los tumores cerebrales, que requieren análisis genéticos complejos para su identificación y pronóstico, normalmente son evaluados a través de laboratorios centralizados. Este proceso puede tardar entre 6 y 8 semanas, una espera angustiosa para los pacientes, que a menudo retrasa el inicio de tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia, reduciendo su efectividad potencial.

El nuevo enfoque permite acceder al diagnóstico durante la propia operación quirúrgica, facilitando que los cirujanos tomen decisiones más informadas en tiempo real. Además, el sistema puede continuar la secuenciación y ofrecer un diagnóstico completamente integrado en un plazo de 24 horas.

Tecnología pionera en el quirófano

El doctor Stuart Smith, neurocirujano del equipo de investigación, explicó que este avance supera los límites del modelo tradicional de diagnóstico, que dependía de la observación visual de las células por parte de la neuropatología. Con esta nueva tecnología, el diagnóstico se basa directamente en las alteraciones genéticas, lo que no solo acelera el proceso, sino que mejora significativamente la precisión.

"Ahora podemos obtener respuestas en cuestión de horas", afirmó Smith. “Esto tiene un impacto inmediato en la toma de decisiones clínicas, lo que es fundamental para el tratamiento y el bienestar emocional de los pacientes, que ya no tendrán que vivir semanas de incertidumbre”.

Según detalla el procedimiento actual, los pacientes primero se someten a una resonancia magnética para confirmar la presencia de un tumor. Posteriormente, durante la cirugía para obtener muestras del tumor, se extrae tejido que, hasta ahora, era enviado a laboratorios externos para su análisis genético, con los consiguientes retrasos.

Diagnóstico más rápido, preciso y económico

El doctor Simon Paine, neuropatólogo consultor del NUH, calificó el descubrimiento como “realmente revolucionario”. Según Paine, la prueba no solo acelera la entrega de resultados, sino que además mejora su precisión diagnóstica, ayudando a tomar decisiones terapéuticas mejor fundamentadas y más rápidas.

El coste estimado por paciente se sitúa en torno a 450 libras esterlinas, una cifra que los investigadores consideran más baja que los métodos actuales, especialmente si se tiene en cuenta que el nuevo sistema puede reemplazar múltiples pruebas individuales. Con una sola muestra y en una única prueba, se obtiene más información, lo que implica un ahorro económico y logístico para el sistema de salud.

Próximo paso: implementación en todo el Reino Unido

El equipo investigador trabaja ahora para ampliar esta tecnología a nivel nacional en los distintos fideicomisos del Servicio Nacional de Salud británico (NHS). La visión es que este sistema se convierta en la nueva norma de diagnóstico de tumores cerebrales, no solo por su velocidad, sino también por su impacto en el bienestar del paciente y en la eficiencia del sistema de salud.

Este avance marca un antes y un después en el abordaje del cáncer cerebral, ofreciendo una alternativa moderna, rápida y fiable a un proceso que, hasta ahora, estaba marcado por la espera, la incertidumbre y la complejidad técnica. En el horizonte, queda la posibilidad de extender esta tecnología a otros tipos de tumores y consolidar una nueva era en la medicina personalizada.