La Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) se suma a estas movilizaciones del 8 de marzo.

Con la etiqueta #LasinvestigadorasParamos, esta asociación pide la igualdad también en el campo de la investigación científica: no a los sesgos de género y no a los techos de cristal en la ciencia.

Según el último informe de 'Científicas en Cifras', el porcentaje de mujeres investigadoras en España es del 39 por ciento, un dato que aunque supera en seis puntos a la media de la UE (del 33%), solo ha variado unas pocas décimas en la última década.

Además, cuando más alta es la escala y el rango del puesto, menor es la representación de las mujeres.

Por ejemplo, el 79 % de los cargos de dirección y cátedras de las universidades públicas están ocupados por hombres y solo un 21 % por mujeres.

Escuelas e institutos

En cuanto a las escuelas e institutos, el 38 % de los chicos optan por estudiar carreras de ciencia, ingeniería, matemáticas o arquitectura, sólo el 15 % de las chicas lo hacen, recuerda la iniciativa 11 de Febrero.

Parte del problema se arrastra desde la infancia, por eso hay que romper barreras en la escuela, pero también desde la política o los medios, dando visibilidad a las geniales matemáticas, ingenieras o físicas.

A los seis años las niñas ya asocian brillantez con masculinidad; más adelante, en la adolescencia, sienten mayor ansiedad ante las matemáticas que los chicos y muestran, además, menos seguridad en sus habilidades, especialmente en las asignaturas de ciencia.

Esta menor autoestima afecta a la elección de estudios y a su rendimiento.

Asimismo, las chicas carecen de roles femeninos en el ámbito de la ciencia y la tecnología y el material educativo y los medios de comunicación cooperan a invisibilizar las contribuciones de las mujeres de forma general, pero más en ciencias y tecnología

Las académicas se unen a la huelga del 8M

A pesar de ser mayoría entre las personas graduadas, las académicas e investigadoras de las universidades españolas “somos minoría” tanto en remuneración como en prestigio, advierten.

Las mujeres de las universidades -en relación a sus compañeros- reciben salarios más bajos, encuentran más obstáculos en su carrera profesional, tienen contratos más precarios (generalmente de asociadas) y menor financiación para sus investigaciones.

Solo tres rectoras en las universidades públicas

De hecho, pese a ser mayoría entre las personas graduadas, solo hay un 21% de mujeres catedráticas en España y 3 rectoras entre las universidades públicas, pero también son minoría entre las personas galardonadas con premios y distinciones o las llamadas a impartir conferencias.

Las académicas también reclaman equidad de género en la promoción profesional y paridad en todos los órganos de decisión, evaluación y selección de personal, y piden que “la dimensión de género se integre de manera transversal en la investigación”, como reconocen las leyes y recomendaciones europeas.

“Paramos porque queremos que las medidas de conciliación de la vida y el trabajo contenidas en la negociación colectiva se pongan en práctica en la actividad docente, investigadora y de gestión y que se promueva la corresponsabilidad entre mujeres y hombres en los cuidados”, agregan.