La asociación de utilidad pública Visión y Vida ha diseñado una campaña informativa para informar a familias, educadores y a la sociedad en general de la importancia de controlar y frenar el desarrollo de la miopía en los menores. Diferentes colectivos del sector de la óptica y profesionales ópticos-optometristas apoyan esta iniciativa con el objetivo de alcanzar al mayor número de personas.

En la última década, la miopía ha pasado de afectar a casi 5 de cada 10 (47%) universitarios a 6 de cada 10 (62,5%). Los considerados “nativos digitales” (nacidos tras el año 2000) son más miopes en cantidad de afectados, en número de dioptrías y desde más pequeños. El aumento de la miopía se está detectando en todos los países del mundo. Se considera que son tres las causas fundamentales de ello: el estilo de vida sedentario, el uso excesivo de pantallas y la adaptación fisiológica del sistema a los requerimientos visuales actuales.

Los datos, extraídos del estudio “La prevalencia de la miopía entre los jóvenes en España, 2018”, muestran que el 80% de los jóvenes detectó por sí mismo su problema visual, mostrando cómo fallaron los sistemas de prevención y revisión. En palabras de Salvador Alsina, presidente de Visión y Vida, “a los profesionales de la salud visual les preocupa saber que solo a dos de cada diez jóvenes miopes se les detectó la miopía en una revisión rutinaria, ya sea del óptico-optometrista, el pediatra, el oftalmólogo, las familias o sus profesores, a pesar de que todos tenían antecedentes familiares, por lo que deberían estar monitorizados desde pequeños”.

El mayor problema que existe es que si la tendencia continua su curso y cada vez más jóvenes son miopes con esta alta graduación, tendremos en el futuro que asumir un alto coste social para el tratamiento de los problemas derivados de la misma. “Más del 60% de los desprendimientos de retina se producen en personas miopes y la ceguera afecta actualmente al 10% de los miopes de más de 15 dioptrías. Además, al contrario de lo que se cree, un ojo sometido a una operación de cirugía refractiva para corregir su miopía sigue siendo un ojo con una estructura miope y, como consecuencia, no se reducen los riesgos asociados a la misma, principalmente el desprendimiento de retina, el glaucoma y las cataratas”, explica Alsina.

Para evitar que esta situación llegue a ocurrir y fomentar que las familias y educadores tengan un mayor conocimiento sobre el funcionamiento del sistema visual y el tratamiento de la miopía, la campaña explica datos sobre el tema, que ayudarán a poner en valor esta problemática, al tiempo que informa de los diferentes sistemas para frenar el crecimiento de la miopía en el paciente. Principalmente explicará en qué consiste la ortoqueratología (orto-k), las lentes de uso nocturno que frenan su desarrollo hasta en un 41%; las lentes blandas para el control de la miopía, y la terapia visual, programas de ejercicios visuales personalizados realizados por un optometrista comportamental. Al mismo tiempo, estos canales servirán para dar consejos muy útiles para la prevención de la aparición y el aumento de la miopía.