España da un paso decisivo en el abordaje de los trastornos neurológicos y mentales con la presentación oficial del Plan Español del Cerebro, una estrategia nacional impulsada por el Consejo Español del Cerebro (CEC) que pretende responder a un problema de salud pública que afecta a cerca del 43 % de la población. Las enfermedades cerebrales ya representan la primera causa de discapacidad y la segunda de muerte en el país.
“Este plan no es solo un documento estratégico: es un compromiso con millones de personas afectadas por enfermedades neurológicas y mentales”, afirmó Mara Dierssen, presidenta del CEC, durante la presentación del plan. Reclamó además un liderazgo claro por parte del Estado para garantizar que nadie quede atrás por razones económicas, geográficas o sociales.
Cinco ejes para transformar la salud cerebral
La estrategia se estructura en cinco grandes ejes que cubren desde la recolección de datos hasta la participación social:
1.Evaluación y seguimiento de los trastornos cerebrales: se crearán registros nacionales y un Observatorio Ibérico de Patología Cerebral, con medición del impacto económico y análisis de coste-beneficio de intervenciones.
2.Atención clínica equitativa: se diseñarán protocolos para reducir desigualdades autonómicas, fomentar la detección temprana y asegurar el seguimiento a largo plazo, con servicios integrados sanitarios, sociales y educativos.
3.Impulso a la investigación neurocientífica: se propone un incremento sustancial de la financiación, la creación de una infraestructura nacional de investigación (biobancos, plataformas de datos, bancos de cerebros) y el fomento de ensayos clínicos innovadores como los modelos ‘n=1’.
4.Promoción y prevención en salud cerebral: campañas públicas sobre autocuidado y factores de riesgo, formación en salud cerebral para profesionales de Atención Primaria y su inclusión en el currículo escolar.
5.Participación ciudadana y apoyo a cuidadores: se fomentarán acciones de divulgación científica, lucha contra la desinformación, y el reconocimiento institucional del papel de los cuidadores, mediante apoyos estructurales.
Un reto científico, clínico y social
La secretaria general de Investigación del Ministerio de Ciencia, Eva Ortega Paíno, subrayó que el plan es “mucho más que una estrategia”, ya que representa un punto de partida para uno de los mayores retos científicos, clínicos y sociales de la actualidad. “Hablar del cerebro es hablar de salud mental, y por tanto de dignidad, derechos, calidad de vida e inversión en ciencia”, añadió.
Por su parte, el director de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Pedro Gullón, destacó que la estrategia está pensada para traducirse en medidas concretas en la vida real de los pacientes, siempre en colaboración con las comunidades autónomas.
Cerebro y economía: una relación directa
Durante el acto, el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Tomás Cobo Castro, advirtió que la salud cerebral no solo es un tema sanitario, sino también económico. Una población con peor salud cerebral implica menor productividad, menos innovación y un crecimiento económico más lento.
“Este plan busca que el capital cerebral del país no se pierda, sino que crezca. Que lo que entra en la bañera sea más de lo que se escapa por el desagüe”, expresó con una metáfora.
Hacia un futuro con más prevención, investigación y equidad
El Plan Español del Cerebro marca un antes y un después en la forma en que el Estado se compromete con la salud neurológica y mental de su ciudadanía. Con acciones coordinadas, datos científicos y participación social, el objetivo es lograr un modelo de atención integral, personalizado y sostenible para las enfermedades del cerebro, cuyo impacto se proyecta al bienestar, la cohesión social y la economía del país.