Iris Pérez Bonaventura, psicóloga clínica y doctora internacional en Psicología Infantil y Juvenil, ha escrito 'Ansiedad. A mí también me pasa' (B de Blok), un manual dirigido principalmente a los jóvenes y adolescentes, aunque también se lo pueden leer los adultos ya que les puede servir a la hora de manejar la ansiedad, según reconoce la autora.

"La ansiedad es el problema de salud mental más frecuente en los jóvenes, en los niños, y en los adultos de todo el mundo. La pandemia de COVID-19 fue una ruptura instantánea e inesperada en la vida diaria de muchas familias y una situación a la que han tenido que enfrentarse muchos adolescentes”, declara la psicóloga. Añade que la pandemia ha acelerado con un aumento exponencial los problemas de salud mental en niños y adolescentes que ya venían incrementándose antes del SARS-CoV-2.

De hecho, apunta que uno de cada tres jóvenes sufre o sufrirá un trastorno de ansiedad (esta es excesiva e interfiere en la vida diaria); y en uno de cada 12 será tan grave este trastorno que los jóvenes tendrán problemas importantes en gran parte de los ámbitos de su vida llegando a bloquearles en muchas situaciones.

Además, Pérez Bonaventura, explica que la ansiedad es una emoción que nos ayuda, "es adaptativa", y nos protege ante una situación de peligro o de una amenaza real. Pero también puede convertirse en una emoción desadaptativa que no nos ayude. "El problema viene cuando la ansiedad es excesiva e interfiere de forma fuerte en nuestra vida personal, nos crea inseguridad y miedos; influye en el ámbito familiar, en el escolar, o en el social; y nos impide hacer las cosas que hacemos en la vida diaria".

Síntomas de la ansiedad

Entre los síntomas de la ansiedad en los adolescentes, esta experta apunta a personas que sufren; que se preocupan mucho y dejan de hacer cosas o de disfrutar el presente por miedo, siempre están angustiados por el futuro; son personas que les dan muchas vueltas a las cosas que les suceden, se vuelven rumiativos y tienen pensamientos circulares negativos, se angustian por el qué dirán los demás y si les juzgarán; o que se preocupan mucho por las personas que quieren.

Afirma que los jóvenes con ansiedad refieren sensaciones extrañas en el cuerpo, lo que se llaman 'síntomas psicosomáticos' que les crean un malestar, pero que no tienen origen físico, como por ejemplo dolor de cabeza, de estómago, o palpitaciones en el corazón.

La ansiedad tiene, por tanto, un componente cognitivo, un componente fisiológico y uno conductual. El primero tiene que ver más con pensamientos negativos o las dificultades de memoria y de atención, que puede provocar un bloqueo de en un examen olvidando lo estudiado, por ejemplo. El segundo tiene relación con esas sensaciones extrañas en el cuerpo que describíamos. El componente conductual, es aquel que los lleva a dejar de hacer cosas por miedo.

El problema mayor de la ansiedad es si se mantiene en el tiempo, según lamenta: "Sabemos que, si la ansiedad continua en el tiempo se convierte en tu sombra, la confianza y autoestima disminuyen, y si no se trata a tiempo puedes desarrollar depresión”.

10 pautas que pueden ayudarte

Pérez Bonaventura aporta una serie de pautas que pueden ayudar a lidiar con la ansiedad, y que son válidas para aplicar tanto a los niños como a los adultos a los adultos. Aunque, hay tener en cuenta que la ansiedad social y académica que se genera en la adolescencia es más importante que la que se genera en relación a otras etapas del desarrollo.

  • 1. El ejercicio físico es necesario.
  • 2. Dormir bien, mantener una buena higiene de sueño.
  • 3. Comer bien, de forma saludable y equilibrada.
  • 4. Fomentar su propio espacio personal con actividades que les gusten.
  • 5. Tener una red de personas de apoyo que les ayuden cuando se precise.
  • 6. Tratar de disfrutar del presente con responsabilidad.
  • 7. El tiempo antes las pantallas debe ser limitado para evitar quedarse aislados.
  • 8. Tener un referente y una persona que les motive cada día para que sean lo que quieren ser.
  • 9. Intentar quererse a sí mismos.
  • 10. No infravalorarse y mostrarse como son. No convertirse en otra persona por gustar a los demás.

Iris Pérez Bonaventura destaca que estas recomendaciones combinadas con ejercicios de respiración o técnicas para dejar de rumiar y darle vueltas a las cosas ayudan a manejar no solo la ansiedad, sino también el estrés que en muchas ocasiones se genera.