El Alzheimer constituye la principal causa de demencia, con el 70% de los casos. En este sentido, en España son 1.200.000 personas las que padecen esta enfermedad, y más de cinco millones las que se encuentran entre quienes la sufren directamente y sus familiares cuidadores.

Se estima que los casos de Alzheimer alcancen los 131,5 millones para el año 2050 en todo el mundo. Por todo ello, el 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, fundado en 1994 por la OMS y auspiciado desde 2012 por la Alzheimer’s Disease Internacional (ADI), que extendió la conmemoración a todo el mes, logrando Mes Mundial del Alzheimer.

En este sentido, la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) es la encargada de desarrollar esta campaña a nivel nacional, junto con las Federaciones y Asociaciones miembros y las 20.000 familias a las que representan.

Los principales objetivos del Día Mundial del Alzheimer se basan en conocer las necesidades reales de los enfermos, proporcionarles terapias estimulantes y ejercicios mentales y apoyo público para ellos y para sus cuidadores.

Además, pretenden conseguir aumentar la investigación en la enfermedad y sus tratamientos, informar sobre la misma y desarrollar campañas de prevención dedicadas a trabajar los factores de riesgo modificables.

En este sentido, todos los actos que organiza CEAFA para conmemorar el Alzheimer tienen un doble objetivo: por un lado, sensibilizar a la población española sobre la enfermedad y sus consecuencias sanitarias, considerada la ‘nueva epidemia del siglo XXI’.

Por otro lado, hacer llegar a la Administración Pública las reivindicaciones que esta confederación considera prioritarias para toda la población española que padece la enfermedad, las personas que se encuentran entre ellas y sus familiares cuidadores.

El Alzheimer es una enfermedad que va degenerando las células nerviosas cerebrales y disminuyendo la masa cerebral. Esto produce un deterioro cognitivo que provoca dificultades en el lenguaje, pérdida del sentido de la orientación y dificultades para resolver problemas cotidianos sencillos.

En la actualidad, no existe tratamiento para prevenirlo ni para frenar su avance. Sus causas son desconocidas y las primeras lesiones pueden aparecer 15 o 20 años antes de que se desarrollen síntomas.