Los experimentos han demostrado que las células que causan este cáncer pueden reprogramarse con sólo pulsar un interruptor genético, según ha publicado la revista 'Nature Cell Biology'.

La desactivación de una proteína obliga a las células cancerosas a adoptar una nueva identidad y comportarse como células normales del tejido conjuntivo, un cambio radical que frena su crecimiento. Ahora, este descubrimiento sugiere que los investigadores podrían detener el sarcoma de Ewing, desarrollando un fármaco que bloquee la proteína conocida como ETV6.

El sarcoma de Ewing hace que los tumores crezcan en los huesos o en los tejidos blandos que los rodean. Una vez que el tumor empieza extenderse a toras partes del cuerpo, es muy difícil detener la progresión de la enfermedad. Además, incluso en los pacientes con resultados positivos, el tratamiento del sarcoma de Ewing suele provocar efectos secundarios tóxicos. Por lo que se necesitan, de forma urgente, nuevos tratamientos, según ha afirmado el profesor del CSHL Christopher Vakoc, director de la investigación sobre la proteína ETV6.

El interés de Vakoc y sus colegas por la ETV6 comenzó cuando sus experimentos revelaron que las células del sarcoma de Ewing podrían depender de esta proteína de forma única, presente en todas las células. Pero, cuando se perturba dicha proteína, a la mayoría de las células no les afecta. Sin embargo, el proceso por el que se forma el sarcoma de Ewing convierte la ETV6 en algo que ahora controla una decisión de vida o muerte de la célula tumoral.

Cuando el equipo de Vakoc bloqueó el ETV6 en células de sarcoma de Ewing cultivadas en el laboratorio, observó una transformación espectacular y que el comportamiento de las células cambiaba y muchas de ellas detenían su crecimiento. Lo cual ha sido catalogado como "un efecto explosivo".

Ahora, esepran que otros investigadores utilicen lo que han aprendido para empezar a explorar posibles terapias contra el sarcoma de Ewing que actúen desactivando el ETV6. Los autores de esta investigación aseguran que sus análisis bioquímicos, que identifican puntos específicos de esta proteína, son clave para su función en las células cancerosas y podrían ayudar a guiar el desarrollo de fármacos.

Por último, se muestran optimistas en sus hallazgos porque han visto que la pérdida de actividad de la ETV6 no afecta a la mayoría de las células, por lo que consideran que un fármaco podría eliminar las células cancerosas con escasos o nulos efectos secundarios.