Estas enfermedades que se desarrollan en el pulmón implican la acumulación del tejido fibroso, similar a una cicatriz, debido a la inflamación pulmonar crónica.

A medida que este tejido fibroso reemplaza al tejido pulmonar de trabajo, los pulmones son menos capaces de transferir oxígeno a la sangre. Además, ponen en riesgo de muerte prematura al paciente debido a la insuficiencia respiratoria. En el caso de la fibrosis pulmonar idiopática, relacionada con el tabaquismo, la mayor parte de los pacientes viven menos de cinco años después del diagnóstico.

Los tratamientos contra esta enfermedad simplemente reducen los síntomas, pero no detienen el proceso de la enfermedad subyacente. De hecho, en la actualidad, el único tratamiento eficaz es un trasplante de pulmón, lo que conlleva un alto riesgo de mortalidad e implica el uso a largo plazo de fármacos inmunosupresores.

Por este motivo, los científicos han estudiado la posibilidad de utilizar células madre para tratar las afecciones pulmonares, ya que son capaces de proliferar y reparar lesiones. Algunos tipos de células madre tienen propiedades anti-inflamatorias y anti-fibrosis que las hacen particularmente atractivas para tratamientos potenciales en enfermedades de este tipo.

En el estudio, los científicos han investigado un conjunto de células madre y células de apoyo que se encuentran en los pulmones y que se puede cultivar a partir de tejido pulmonar biopsiado. Estas células tienen "poderosas" propiedades regenerativas cuando se aplicaron a un modelo de ratón de fibrosis pulmonar, según un estudio inicial de 2015.

En concreto, el primero de los dos nuevos estudios, ha demostrado que se pueden obtener células esferoides pulmonares de pacientes con enfermedad pulmonar con un procedimiento relativamente no invasivo llamado biopsia transbronquial.

En el segundo estudio, indujeron una condición de fibrosis pulmonar en ratas, semejante a la fibrosis pulmonar idiopática que padecen las personas, para luego inyectar nuevas células madre. De esta manera, los científicos observaron cómo aumentaban las células pulmonares globales más sanas, además de reducir la inflamación pulmonar.