El trabajo que han realizado Investigadores del Grupo TXP de la Universidad CEU Cardenal Herrera contaba con la participación de 27 pacientes vinculados al Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, con trastorno esquizoafectivo y sintomatología psicótica resistente durante más de dos años.

Los pacientes han tenido un seguimiento durante los primeros tres meses de tratamiento en el que se evaluó la sintomatología afectiva, tanto maníaca como depresiva, el consumo de alcohol y drogas, los efectos secundarios de la clozapina y la cantidad total de medicación psiquiátrica que tomaban. Gracias a esto descubrieron el efecto de la clozapina como estabilizadora de ánimo, que se puedo apreciar en la reducción de los síntomas afectivos en las primeras semanas de tratamiento, por lo que se le podría dar un uso más allá del que se conocía hasta ahora, que es utilizado para síntomas psicóticos, como las alucinaciones o las paranoias.

Qué es el trastorno esquizoafectivo

Este trastorno combina la esquizofrenia y trastornos afectivos como podría ser la depresión o el trastorno bipolar. Este trastorno puede generar alucinaciones, delirios y creencias falsas, pero también pueden tener fases de manía o episodios de depresión severa. Los pacientes con esta enfermedad dual suelen tener peor pronóstico de ambos trastornos, pues la adicción agrava la otra enfermedad mental y viceversa.

Con este nuevo tratamiento se mejora la tolerabilidad del tratamiento del trastorno esquizoafectivo, de tal manera que para los pacientes también mejora la adherencia a la prescripción. Además, la clozapina tiene pocos efectos secundarios.

Depresión
Depresión | Pexels

El tratamiento

Poder diagnosticar este trastorno ha requerido de grandes esfuerzos para los profesionales de la salud mental, pero, explica Gonzalo Haro, director de la tesis, no ha existido un esfuerzo igual para poder encontrar un tratamiento adecuado a este tipo de trastorno. Gracias a este estudio, continúa Haro, se ha conseguido fijar el tratamiento con clozapina por un coste de entre 20 y 40 euros al mes, lo cual supone un precio diez veces inferior al de los nuevos antipsicóticos.

El descubrimiento que ha hecho esta investigación tiene "el potencial de cambiar la práctica clínica actual " según Francisco Arnau, psiquiatra del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón y coautor del artículo.