"Las temperaturas extremas pueden provocar una descompensación cardíaca. En el caso de personas que padecen hipertensión o fibrilación auricular, el riesgo es aún mayor", ha señalado Zamorano. 

Para prevenir estos casos, se recomienda evitar una larga exposición a condiciones extremas de calor y humedad, especialmente aquellas personas con insuficiencia cardíaca, ya que su corazón tiene una capacidad menor de reserva para disminuir el calor corporal y puede sobrecargarse.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha explicado que el 80% de los accidentes cardiovasculares son prevenibles, y es importante prestar especial atención a la salud en verano, principalmente por el cambio de rutinas y temperaturas.

Así, Zamorano ha destacado la importancia de tener la medicación a mano, preferentemente en el neceser junto a objetos de uso cotidiano como el cepillo de dientes o la maquinilla de afeitar, además de "seguir una serie de pautas para proteger el corazón y el cerebro". De esta forma, "se puede disfrutar del verano con plenitud usando el sentido común y llevando hábitos de vida saludables", ha afirmado.