El informe de la “Aproximación a la salud mental en España”, elaborado por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), analiza la situación de la salud mental en Europa y en España, y la aportación que hace la la sanidad privada en este ámbito.

A lo largo de su vida, alrededor de la mitad de la población llega a experimentar algún problema de salud mental con un impacto a nivel individual y social que deriva en una menor empleabilidad y una menor productividad, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

La salud mental en España

La Encuesta Europea de Salud en España (EESE) revela que la ansiedad crónica y la depresión son los problemas de salud mental más frecuentes entre la población española. Los trastornos de la personalidad y la esquizofrenia son, por su parte, trastornos más prevalentes en hombres que en mujeres.

Los trastornos mentales tienen mayor presencia en las mujeres

El 67,2 % de los casos de trastornos mentales se dan en mujeres, pese a que la diferencia entre la prevalencia de trastornos mentales entre hombres y mujeres ha ido disminuyendo con los años, según apunta el estudio.

De este modo, los trastornos que presentan mayores índices en ellas son la depresión, la ansiedad, el estrés, los somatizaciones, los trastornos de alimentación y el consumo de tranquilizantes/relajantes, mientras que los hombres presentan índices más elevados de suicidios y trastornos antisociales.

A partir de los quince años, la prevalencia que se registra en torno a los trastornos de la conducta alimentaria, como son por ejemplo la anorexia nerviosa y la bulimia se disparan y se dan en su gran mayoría en mujeres (hasta seis veces más que en hombres), según señala la EESE.

Mayor consumo de fármacos

Otro de los aspectos que resalta el informe es el consumo de medicamentos relacionados con la salud mental.

El 10,9 % de la población mayor de quince años indica haberlos consumido en las últimas dos semanas, siendo las mujeres de 65 años las que indican un mayor consumo y donde se aprecia, en los últimos años, un incremento en el consumo de psicolépticos y psicoanalépticos.

El 70% de los trastornos mentales comienzan en la etapa infanto-juvenil

Durante la etapa infanto-juvenil se inicia aproximadamente el 70 % de los trastornos mentales en general, como así reflejan los resultados del estudio.

Para alcanzar hitos de desarrollo físico y emocional, al mismo tiempo que ser capaz de desarrollar un aprendizaje con ciertas habilidades sociales para poder afrontar problemas en etapas más maduras, es fundamental contar con una buena salud mental.

El desarrollo de nuevos hábitos de vida y la incorporación cada vez más temprana de las nuevas tecnologías suponen un riesgo para la salud mental de la población infanto-juvenil, según indican desde IDIS.

El 73,9 % de los niños pasa al día una hora o más de su tiempo libre frente a una pantalla, porcentaje estimado que se incrementa hasta el 82,6 % los fines de semana.

El papel de la sanidad privada

La sanidad privada juega un papel esencial en el ámbito de la salud mental, concentrando el 70 % de los centros especializados y tratamiento de toxicomanías y el 49 % de centros de salud sin internamiento, según ha señalado la directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva.

Como se desprende del informe, el sector privado cuenta con un 63 % del total de camas disponibles en este ámbito y, además de los hospitales, también hay 764 centros de salud mental en España, de los que la mitad son privados.

Actualmente, en cuanto a las unidades dedicadas a la salud mental en los hospitales españoles, se contabilizan 593 unidades son de psicología clínica y psiquiatría, de las cuales 311 pertenecen a hospitales privados, es decir, un 52% del total.

La salud mental como prioridad

Del mismo modo, es importante que los gobiernos pongan en marcha políticas de salud pública que contribuyan a mejorar la salud mental de la población y a su vez generar un impacto positivo adicional en la economía.

Que se aborde este problema con perspectiva de género es fundamental, ya que se pone de manifiesto que este tipo de trastornos no se dan de la misma manera en hombres que en mujeres, debido a riesgos psicosociales asociados con determinantes socioeconómicos y de género, como la sobrecarga laboral y de cuidados y la brecha salarial.