Aunque las leyendas artúricas han sido el tema central de muchas películas y libros durante siglos, con sus caballeros, damas, magos, espadas mágicas y una búsqueda mística del Grial, su veracidad histórica es un tema de constante debate.

No existe ninguna evidencia arqueológica o histórica concluyente que demuestre la existencia de un Rey Arturo, tal y como lo conocemos en los mitos. Sin embargo, esto no significa que las leyendas carezcan por completo de cimientos históricos.

Un guerrero

Muchos historiadores sugieren que la figura de Arturo podría estar basada en un líder o caudillo britano que vivió a finales del siglo V o principios del VI, un período de gran agitación tras la retirada de las legiones romanas de Britania. A partir de ahí, el reino sufrió constantes conflictos, y los líderes que dominaban las batallas podrían haber sido la inspiración para el Arturo legendario.

No existe ninguna evidencia concluyente que demuestre la existencia de un Rey Arturo, tal y como lo conocemos en los mitos

Aunque estos mitos no surgieron de la noche a la mañana. Se desarrollaron y evolucionaron a lo largo de siglos, cada autor y tradición que escribía sobre ello iba añadiendo nuevos elementos.

Los primeros escritos que mencionan a Arturo aparecen siglos después de su supuesta existencia. La primera vez que se le nombra en un texto es en Gales, en el siglo IX, en la Historia Brittonum, atribuida a un monje. En él aparece como un guerrero que luchó contra los sajones. De ahí que podamos confirmar que no fue un monarca sino un jefe militar.

De la historia al mito

Si seguimos avanzando en la búsqueda, encontramos la Historia de los Reyes de Britania, de Geoffrey de Monmouth, escrita en el siglo XII. Esta obra es fundamental para la popularización de la figura de Arturo y la introducción de muchos de los elementos que hoy asociamos con el mito, como Merlín, Ginebra y Excalibur.

Sin embargo, Geoffrey mezcló hechos históricos y su propia invención, por lo que no podemos diferenciar con claridad lo que es verídico de lo que es pura ficción.

A partir de entonces, muchos autores fueron alimentando la historia añadiendo elementos románticos y cortesanos. Pero no fue hasta que Thomas Malory escribió Le Morte d'Arthur, en el siglo XV, cuando se consolidó gran parte de la leyenda artúrica tal y como la conocemos hoy en día.

Romper la leyenda

No todo se reduce a los libros, hay muchas pinturas y esculturas por Europa que se relacionan con el Rey Arturo, como La porta della pescheria en la catedral de Módena, en Italia. La portada está decorada con una batalla del ciclo artúrico.

No todo se reduce a los libros, hay muchas pinturas y esculturas por Europa que se relacionan con el Rey Arturo

En cualquier caso, la historia del legendario rey sigue estando de actualidad. Fue, en definitiva, un caballero que luchó por sus ideales, por su pueblo y que ha llegado hasta nuestros días de diferentes maneras. Aun así, su identidad continúa siendo un misterio.

En La espada fulgurante vas a encontrar una adaptación del mito muy alejada a las que hemos estado viendo hasta ahora. Lev Grossman tenía claro que quería darle un giro a la historia, introduciendo elementos modernos y debates sociales. Una novela apta para los amantes de la leyenda artúrica y también para los que no lo son.

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