Fernando Bonete

Editorial: Temas de Hoy

Año de publicación original: 2025

Después de inventar el fuego, seguro que no pasó mucho tiempo hasta que a algún homínido inquieto se le ocurrió hacer una lista con los cinco mejores fuegos, las diez maderas que mejor arden o las tres cuevas con mejor tirada de humo. Porque esa pulsión de ordenar el mundo en listas nos acompaña desde el origen mismo del pensamiento. Ponerle número al caos, jerarquizar lo subjetivo, encerrar lo inabarcable en un Top 10: esa es una vieja debilidad humana.

Y así hemos llegado hasta hoy. Las 100 mejores películas de la historia. Las 25 canciones más influyentes del siglo. Las 7 maravillas de tu provincia. Listas como expresión de gusto, identidad, nostalgia y pertenencia. Pero si hubiera que señalar un momento de verdadera elegancia en el arte de hacer listas, ese sería sin duda Alta Fidelidad, la novela de Nick Hornby que convirtió las clasificaciones musicales en forma de vida, y que Stephen Frears y John Cusack adaptaron en una película deliciosa que elevó el género a una especie de terapia emocional para una generación.

Esa pulsión de ordenar el mundo en listas nos acompaña desde el origen mismo del pensamiento

Claro que luego llegó Google. Y con él, su insaciable algoritmo, que descubrió que a los humanos nos encantan las listas... y decidió atiborrarnos a ellas. Los cinco alimentos que te están matando. Las diez señales de que te estás enamorando. Las siete ciudades más felices del mundo. La lista como producto, como cebo, como empacho.

Pero hay maravillosas excepciones y una de ellas es la última obra de Fernando Bonete: Un libro para cada año de tu vida. Y sí, lo hace con otra lista, pero qué lista. Con alma, con gusto, con criterio propio.

Listando libros

El título no engaña: una recomendación de lectura por cada edad, desde los 6 hasta los 70 años. Pero la propuesta no se agota en la idea. Lo que hace especial este libro es el estilo con el que está construido: cada entrada es una pequeña pieza literaria, una invitación cercana, inteligente y sentida, que mezcla lo anecdótico con lo esencial, lo personal con lo universal. No hay dogmas ni manuales escolares. Hay una voz. La de alguien que ha leído mucho, que ha pensado lo que propone, y que lo comparte con alegría contagiosa.

Cada propuesta está acompañada de un texto breve, delicado y certero, en el que Bonete mezcla anécdotas personales, reflexión lectora y entusiasmo genuino. No pontifica, sugiere. No impone, comparte. Es un lector que habla con otros lectores, no un profesor desde la tarima.

Y lo que recomienda es una mezcla deliciosa de obras consagradas y hallazgos personales. A los 6 años propone El mago de Oz, porque toda vida lectora empieza mejor con un viaje fantástico. A los 9, El prisionero de Zenda, un olvidado de los cánones al que es un pecado no acceder con la inocencia de haber cruzado pocos inviernos. A los 12 años se atreve —y acierta— con Noches blancas, de Dostoyevski, para enseñar que la emoción no tiene edad.

Lo que hace especial este libro es el estilo con el que está construido: cada entrada es una pequeña pieza literaria

Hay decisiones controvertidas, ¿está uno preparado a los 21 parta entender la crudeza deLa vegetariana? A los 30 llega Macbeth, ese torbellino de ambición y sangre que no ha perdido ni un gramo de potencia dramática. A los 39, inesperadamente, reaparece la infancia con Peter Pan. Y en la madurez, ya bien entrada la sesentena, desliza joyas como La señora Dalloway, de Virginia Woolf, u Olvidado rey Gudú, de Ana María Matute.

Cada elección habla de un momento vital, pero no como una receta cerrada, sino como una invitación. Y en eso está gran parte de su magia: Bonete no se limita a repetir el canon. Tiene criterio propio, buen gusto, y lo mejor de todo, libertad. No teme mezclar autores, géneros ni épocas. Lo que importa no es la fama del libro, sino lo que puede despertar en quien lo lea.

Bonete se atreve con lo clásico (El extranjero, Crimen y castigo, Pedro Páramo), pero también con lo insólito o lo inesperado, y lo hace con un criterio que busca complacer al lector.

Un libro para curiosear y desear

La mejor manera de leer este libro es sin ningún respeto por el orden. No hace falta empezar por los seis años ni esperar a los 70. Puedes abrirlo por cualquier página, buscar el año que te cambió la vida, saltarte los que no te apetecen, jugar a tachar los ya leídos, o sumergirte en los que te faltan como quien explora un menú de placer. También puedes simplemente leer las reseñas, aunque no pienses leer el libro recomendado, y dejarte seducir por la forma en que están contadas.

Es un libro que se puede colocar entre los de consulta noble de la estantería, junto a los atlas, los diccionarios y los manuales de estilo. O mejor aún: ponerlo directamente en el baño, que es ese sitio íntimo donde los libros tienen que ser ágiles, evocadores, sin principio ni fin, sabios y generosos. Y este lo es.

Crear comunidad desde la lectura

Fernando Bonete no es un recomendador más. Con más de medio millón de seguidores en redes sociales, ha construido una comunidad viva y generosa en torno al amor por los libros. Su perfil mezcla lecturas clásicas con novedades, rescata autores olvidados, recomienda best sellers sin prejuicios, y defiende la idea—radical y hermosa— de que toda lectura puede ser transformadora si conecta con el momento adecuado.

También puedes simplemente leer las reseñas, aunque no pienses leer el libro recomendado

Tiene una voz propia, abierta, culta pero nada pedante, y sobre todo una capacidad admirable para generar entusiasmo sin caer en la simpleza. Su trabajo desde Instagram, TikTok o su web no solo visibiliza libros, visibiliza el placer de leer, que es algo aún más poderoso.

Un libro para cada año de tu vida es, al final, eso: una celebración del gusto, del criterio, de la lectura como conversación con el tiempo. Una lista, sí. Pero una lista con alma.

Sigue el canal de Ahora Qué Leo en WhatsApp para estar al tanto de todas nuestras reseñas, reportajes y entrevistas.