Marta Robles
Editorial: Espasa
Año de publicación original: 2025
Nunca son fáciles las relaciones sentimentales que se cruzan con lo laboral. Y menos aún si se trata de una jueza y un detective privado. Carlota Aguado ha desarrollado una brillante carrera judicial, manteniendo encuentros furtivos con Tony Roures, un exreportero de guerra con tantos recursos como cicatrices, antiguo conocido de quien haya leído alguna otra novela negra de Marta Robles, como La mala suerteo La chica a la que no supiste amar.
El investigador Tony Roures es un exreportero de guerra con tantos recursos como cicatrices y personaje recurrente de Marta Robles
Sin embargo, cuando esos encuentros se producen durante varios años, la relación que parecía esporádica pasa a ser otra cosa, de límites difuminados y afilados, capaz de herir fácilmente a cualquiera de los dos.
Y será todo mucho más complicado todavía cuando la jueza le pida que investigue a una joven. Una chica que, según asegura Carlota, es su hija. Una niña que tuvo la jueza en su adolescencia, fruto de unos años complicados en los que trató de tapar con sexo el dolor de una infancia triste, y que le fue arrebatada nada más traerla a la vida.
Los bebés robados
Una práctica que fue mucho más común de lo que la sociedad española se imaginaba. Durante el franquismo, muchas mujeres republicanas encarceladas fueron separadas de sus hijos para que estos no se contaminaran con los psiquiatras del régimen denominaban "el gen rojo", según el cual los "rojos", eran personas "degeneradas socialmente".
Cientos de bebés fueron arrebatados a madres solteras que alumbraban en hospitales dirigidos por monjas
Esa práctica, con la connivencia de la Iglesia, se extendió durante toda la dictadura. Cientos de bebés fueron arrebatados a madres solteras que alumbraban en hospitales dirigidos por monjas. Después los médicos firmaban los partes de defunción y les aseguraban que habían sufrido alguna complicación tras el parto y habían fallecido. Una práctica, que siguió produciéndose una vez extinguida la dictadura durante quince años de democracia y que solía afecta a las mujeres más vulnerables económica y socialmente
La Carlota adolescente, mucho antes de ser jueza, quiso escapar del matrimonio roto que vivieron sus padres y de las tragedias que se sucedieron en su familia. Y para ello compartió drogas y fiesta con varios compañeros de su hermano y sostuvo una relación con uno de ellos. Otro, posiblemente la violó, porque ella se quedó embarazada, pero ella no recuerda ese hecho… Y una embarazada a los dieciséis, algo que su familia, de buena posición social, no podía permitir…
Historia de España
Narrada con una gran pulsión narrativa, con capítulos cortos y constantes saltos temporales, Marta Robles navega por una historia arraigada en varios episodios y personajes históricos de nuestro país. Desde la figura de Nicolás Franco, hermano mayor del Generalísimo, hasta la trama de bebés robados que surgió durante el Franquismo y llegó hasta la Transición, pasando por la epidemia de heroína que asoló los portales del Madrid de la Movida.
En todas esas piezas va encajando, capítulo a capítulo, la historia de Carlota y Tony, en la que ella funciona como motor y él como ejecutor. Sus investigaciones van alumbrando al lector a cada página, aportando información pero también emoción, porque no es un detective tirando del hilo sin más, sino adentrándose en la vida de una mujer a la que quiere más de lo que jamás había podido imaginar.
Marta Robles desarrolla en 'Amada Carlota' una interesante reflexión sobre la memoria y la maternidad
Así poco a poco conocemos la historia de la madre de Carlota, Magdalena. Una mujer de origen humilde, obligada a casarse con un médico de buena posición social, cuya vida fue terriblemente triste y abnegada. Y cuando quiso escapar de su jaula de oro se encontró con los largos tentáculos del Franquismo que no estaban dispuestos a permitir grandes escándalos en su sociedad.
En este entramado, Marta Robles desarrolla en Amada Carlota una interesante reflexión sobre la memoria y la maternidad. Porque todos podemos cambiar nuestro destino, pero nadie puede escapar de su pasado. Y mucho menos una madre, cuyos lazos con sus hijos son del todo irrompibles.
Sigue el canal de Ahora Qué Leo en WhatsApp para estar al tanto de todas nuestras reseñas, reportajes y entrevistas.