Inma Rubiales

Editorial: Planeta

Año de publicación original: 2024

Todos hemos sido adolescentes y a todos se nos ha olvidado. Hagamos el ejercicio de recordar. Fue una época complicada. Nadie te entiende y a cambio tú odias a todo el mundo. O a casi todo el mundo. Pero... igual es un cliché demasiado exagerado, ¿no? Más que nada porque cada persona es un mundo y no hay dos adolescentes iguales.

Las ganas de buscar respuestas llevan a Maeve, la protagonista, a viajar 8.000 kilómetros

Aunque este topicazo que esparcimos los adultos sin pararnos a pensar más sí que esconde una verdad. La adolescencia es una época en la que buscamos muchas respuestas. Nos queda todo por hacer y ese vértigo de hacia dónde encaminar nuestros pasos y con quién hacerlo nos llena de dudas y de temores. Pero también nos llena de pasión y de ganas de comernos el mundo.

Y son, precisamente, esas ganas de buscar respuesta a sus dudas lo que lleva a Maeve, la protagonista de Todos los lugares que mantuvimos en secreto, a viajar 8.000 kilómetros. De la ciudad estadounidense de Portland a un pequeño pueblo de Finlandia.

Buscando respuestas

Es un viaje y quizá también una huida. Maeve creció en ese pequeño pueblecito finlandés con sus padres y la familia de la mejor amiga de su madre. Pero su padre buscaba una mayor ambición profesional y se fueron a Estados Unidos. La madre de Maeve murió a los pocos años y con ella todo su ancla emocional y los recuerdos de su infancia.

Cuando su padre se volvió a casar, Maeve se fue a estudiar fuera y, en cuanto tuvo la oportunidad, huyó y cruzó el charco de nuevo. Quería encontrarse a ella misma y descubrir si su madre pudo cumplir sus sueños en aquel pueblecito perdido en medio de la nieve.

Connor siempre estuvo loco por ella y no dejó de tenerla en sus pensamientos ni un solo día

Pero Maeve está todavía más perdida que ese pueblo y solo hay una persona que lo sabe: uno de los hijos de la mejor amiga de su madre, Connor. El que fuera su mejor amigo de la infancia. Él le pide que haga una lista de 'Cosas que hacer antes de morir', algo que ella desprecia.

Lo que Maeve desconoce es que Connor siempre estuvo loco por ella y no dejó de tenerla en sus pensamientos ni un solo día. Pero por una extraña intuición sabía que Maeve volvería antes o después. Ahora, los dos se irán acercando cada vez más y, de paso, el resto de personas que Maeve fue perdiendo por el camino.

Carrera meteórica

Con Todos los lugares que mantuvimos en secreto Inma Rubiales sigue manteniendo una relación muy especial con la novela romántica adolescente. Su carrera ha sido muy corta porque su primera novela con la editorial Planeta se publicó hace solo dos años pero es normal. Tened en cuenta que ella solo tiene 21. Y su éxito ya está siendo incontestable. Además se está destapando como una escritora prolífica porque ya va por su tercera obra publicada con este sello editorial.

Su fórmula radica en una de las claves de cualquier historia: los personajes. En Todos los lugares que mantuvimos en secreto, sus protagonistas se quedan contigo desde la primera página. Es muy sencillo empatizar con ellos y acompañarles en su historia de amor. Aunque en el caso de estas novelas siempre surge una pregunta: ¿puede un adulto que ya está de vuelta de todo disfrutar de una novela romántica adolescente? Rotundamente sí.

Inma Rubiales sigue manteniendo una relación muy especial con la novela romántica adolescente

Aunque no seamos el público objetivo, si somos capaces de dejarnos llevar y rescatar a ese púber que enterramos hace años podremos disfrutar sin dudas de una historia de descubrimiento en la que no se rehúyen los temas importantes. Por ejemplo, la muerte. Inma Rubiales la trata desde la necesidad de mantener vivos los recuerdos. Hay dolor, por supuesto, y también nostalgia pero siempre llevando a sus protagonistas a aferrarse al aquí y al ahora.

Pero dejémonos de justificar y de llorar por la juventud perdida y hablemos directamente a las jóvenes que se pasen por aquí para ver si la nueva novela de Inma Rubiales merece la pena. Si os gustan las lecturas que enganchan, de esas que cuando las cierras te quedas tan agustito y que te hacen vivir la historia como si fuese la tuya propia... corred a por ella.