Martha Wells

Traducción: Carlos Loscertales

Editorial: Hidra

Año de publicación original: 2018

Su nombre deja poco lugar a la duda. Porque si se llama Matabot no puede tener muchas más cosas en mente. Pero la realidad es que no mata. Solo ve series. Bueno, eso es lo que le gustaría hacer todo el rato. Os explico. Matabot es una unidad de seguridad. Es un robot cuya función es proteger a la gente que lo haya contratado.

Matabot no es un robot normal. Tiene conciencia propia

Y a partir de aquí empieza lo verdaderamente interesante: Matabot no es normal. No obedece sin cuestionar ni sigue protocolos como un soldado programado. Tiene conciencia propia. Y no porque así lo diseñaran, sino porque se hackeó a sí mismo y desactivó el módulo de control que debía mantenerlo sumiso. Ese acto, casi infantil si nos paramos a pensarlo, lo convirtió en una anomalía.

Un robot que piensa por su cuenta, que siente más de lo que admite y que preferiría esconderse en un rincón a ver series antes que tener que socializar con humanos. Esa fisura en lo que debería haber sido una máquina obediente es, en realidad, la puerta de entrada a una saga que va por su séptimo libro en Estados Unidos y que ha conquistado a lectores de medio mundo.

Trama episódica

Y es que Protocolo Rebelde —el tercer volumen y el último que se ha publicado en nuestro país— no es una aventura aislada. Es la continuación de Sistemas críticos y Condición artificial, y no se entiende sin los pasos previos que dio Matabot para descubrir quién es, qué le hicieron y por qué las grandes corporaciones tienen tanto interés en silenciarlo.

En esta tercera entrega, el robot ya no es solo una unidad de seguridad con un secreto. Es una pieza clave en un conflicto mucho mayor, uno que amenaza tanto su autonomía como la de quienes lo consideran, a su manera, parte de su equipo.

Es una saga que va por su séptimo libro en Estados Unidos y ha conquistado a lectores de medio mundo

Tanto esta novela como las dos anteriores tienen un ritmo vibrante. Además son libros cortos, algo que se agradece para que esta saga adopte un ritmo episódico que hace que se asemeje muchísimo a una serie de televisión —luego iremos con eso—.

Y hablando de episodios, en este, las consecuencias de los libros anteriores caen de lleno sobre Matabot: investigaciones que se estrechan, conspiraciones que se complican, amenazas que ya no son abstractas. La doctora Mensah vuelve a estar en el centro del huracán, y Matabot, aunque preferiría ponerse sus dramas en streaming y desaparecer de la vida pública, acaba involucrándose de nuevo en misiones, rescates improvisados y decisiones que ningún robot debería tener que tomar. Pero claro, Matabot no es un robot cualquiera.

Más humano que los humanos

Wells combina de forma muy inteligente acción con introspección. Entre escenas tensas, persecuciones, intrigas corporativas y algún momento realmente emocionante, Matabot hace lo que mejor sabe hacer: quejarse, analizar, anticipar, quejarse —es que se queja mucho— y, de vez en cuando, emocionarse sin querer.

El primer libro ganó el Hugo, el Nébula, el Locus y el Alex Award

Una de las grandes virtudes de esta saga es cómo un personaje que insiste en que no le importan los humanos termina comportándose como el más humano de todos. Y es justo eso lo que explica parte del fenómeno. Los diarios de Matabot no solo han sido un éxito comercial. Han recibido algunos de los premios más prestigiosos de la ciencia ficción. El primer libro ganó el Hugo, el Nébula, el Locus y el Alex Award, algo que muy pocas obras han logrado el mismo año.

Estos galardones no solo certificaron que Wells había dado con un personaje único, sino que consolidaron la saga como una de las más importantes del género en la última década. Cada nueva entrega llegó respaldada por críticas excelentes, traducciones a varios idiomas y una legión de fans.

La serie

Y claro, en cuanto una obra literaria suscita este tipo de interés masivo, es casi imposible que el cine o la televisión no se fijen en ella. Como ya anticipaba antes, el ritmo y la extensión de las novelas es carne de serie y Apple TV+ no se lo ha pensado dos veces. Hace unos meses estrenó la serie 'Matabot'. Y es una adaptación fascinante porque conserva toda la esencia que ha llevado a los libros a convertirse en un fenómeno. Tenemos Matabot en la pequeña pantalla para rato.

Matabot no mata. Pero emociona. Y convence. Protocolo Rebelde es la prueba de que esta saga no para de crecer a cada libro que pasa.

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