Gala de Meira

Editorial: Dosmanos

Año: 2021

Sinopsis: Una joven abandona su aldea gallega tras la repentina muerte de su hermano mayor para empezar una nueva vida en Madrid. Pronto acabará atrapada en un círculo vicioso de drogas y alcohol en el que se busca a sí misma con la banda sonora de la música indie de la primera década de los 2000.

Festivales como el Primavera Sound o el FIB le valen para ir conociendo a los ídolos a los que veneraba con su hermano antes de abandonar Galicia. En los backstages irá conectando con un mundo dispuesto a sacarle el jugo y desecharla cuando ya no sirva para nada.

Esta es la novela de las grupis a las que nadie tomó en serio y que la autora distingue de las mujeres virtuosas que sí aparecían en las canciones, contadas y cantadas por hombres.

Por qué recomendamos 'La entusiasta', de Gala de Meira

La autora asegura que estas muchachas, las imperfectas, las que la cagan, las que meten la pata y las que, en esencia, hacen lo mismo que los tíos, nunca han tenido voz. Hasta las canciones se han olvidado de ellas.

El artista y los medios se podían permitir interpretar la ausencia de sus testimonios a su antojo. Los estribillos y las melodías de la escena musical de la época fueron parte de esa unidireccionalidad que las dejó mudas para siempre. Bueno, para siempre no, porque ahora tenemos 'La entusiasta'.

En esta novela se mezcla la aparición de grupos reales como La casa azul, La habitación roja, Ellos, Lori Meyers, Rauxa, Los planetas, Astrud, Arnau, Sr. Chinarro, Tachenco, Carlos Berlanga, Solaris, Sidonie o Deluxe con otros ficticios cuyos miembros se ven envueltos en las aventuras y desventuras vividas por la protagonista.

Para Cristina V. Miranda, la autora detrás del seudónimo Gala De Meira, la ola de feminismo a la que se han ido sumando recientemente el grueso de los grupos españoles está cargada de oportunismo. "Me hace mucha gracia que muchas bandas vayan ahora de adalides del feminismo cuando esta reflexión no se ha hecho y simplemente es un poco subirse al carro", nos cuenta en el reportaje que os dejamos debajo de estas líneas.

La reflexión pendiente para Miranda es la de entender por qué aquellas actitudes machistas estaban mal. En su lugar se ha quedado el miedo a la exposición pública a la que los artistas se pueden ver expuestos como motivo central de su conversión al feminismo.

Sea como fuere, esta novela no llega como un ajuste de cuentas, sino como el aporte necesario de una voz que faltaba en la literatura y también en los discos. Es la voz de aquellas chicas fanáticas de la música a las que hasta las canciones dejaron de lado.

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