Darryl Cunningham
Traductor: Francisco San Rafael Simó
Editorial: Planeta Cómic
Año de publicación original: 2025
Elon Musk es muchas cosas según a quién preguntes: visionario, villano, tuitero compulsivo, genio del programa espacial o simple oportunista con mucho marketing detrás. Darryl Cunningham decide no rendirle culto ni declararle la guerra: lo dibuja. Con trazo limpio y humor seco, va desmontando pieza a pieza el mito hasta mostrar al tipo de carne y hueso que hay detrás del logo de Tesla y del humo de SpaceX.
Cunningham es ya un clásico de la no ficción gráfica: antes diseccionó la crisis financiera, la ciencia y hasta el negacionismo climático. Aquí aplica la misma cirugía narrativa: va directo al dato jugoso, recorta las frases de prensa y las pega con anécdotas que duelen o sorprenden. Pero para que esta nueva obra viese la luz ha tenido que sudar mucho.
Nadie en Estados Unidos se atrevió el año pasado a publicar este cómic por miedo a posibles acciones legales
Para empezar, nadie en Estados Unidos ni Reino Unido se atrevió el año pasado a publicársela por miedo a posibles acciones legales, como le reconocieron al propio dibujante. El primer país en dar el paso fue Francia. Y tras negocias más tiempo del que le gustaría, al final el autor ha logrado que una editorial estadounidense independiente publique el libro en inglés. Le ha costado más de un año. Para que nos hagamos una idea de las ampollas que puede levantar este cómic.
La infancia de Musk en Sudáfrica aparece como un prólogo de la coraza emocional que le acompañará de adulto
Nosotros hemos tenido la suerte de tenerla ya publicada en castellano y haberla leído. Y lo que nos encontramos en Elon Musk. Retrato de un oligarca es la constatación de que nos encontramos ante un personaje, como mínimo, peligroso. La historia arranca con la infancia de Musk en Sudáfrica marcada por un padre abusivo y una madre que le empujó a salir adelante. Esta parte hace las veces de un prólogo que nos explica el porqué de su forma de comportarse ahora como adulto —mención aparte a lo escalofriante de sus relaciones sentimentales—.
Multimillonario
El libro repasa sus hitos: PayPal, Tesla, SpaceX, Neuralink y, cómo no, la compra de Twitter (rebautizada como X). Y lo hace mostrando la verdad. Esa que Musk desdibuja y oculta cada vez que tiene ocasión: cada logro viene acompañado de la factura real: fracasos, demandas, promesas incumplidas y una legión de exempleados quemados.
El libro repasa sus hitos y lo hace mostrando esa verdad que Musk desdibuja cada vez que tiene ocasión
Es casi periodismo dibujado: los lanzamientos espaciales comparten viñeta con los tuits incendiarios y los despidos masivos. El cómic no pregunta si Musk es héroe o villano. Advierte. Nos enseña al Musk real y se pregunta cuánto de lo que enseña y cuenta es teatro y cuánto, una terrorífica visión empresarial (y autoritaria) del mundo.
Visualmente, Cunningham apuesta por la claridad: páginas limpias, sin barroquismos, con el ritmo de un documental bien montado. La sobriedad del dibujo evita el espectáculo para que la historia y los datos sean los que enganchen. Eso le permite explicar en un par de viñetas cosas tan densas como los acuerdos con la NASA o la carrera de los coches eléctricos sin que el lector se pierda.
Donde dijo digo...
Uno de los aciertos está en no separar la biografía del contexto: el autor subraya cómo Musk ha usado el relato —el suyo y el de sus empresas— como motor de negocio. Nos recuerda que muchas de sus promesas (coches autónomos, colonizar Marte) son, sobre todo, titulares eficaces para atraer inversión para sus empresas. Una inyección de dinero que, qué cosas, viene casi siempre de fondos públicos. Y pone sobre la mesa la pregunta incómoda: ¿es un pionero o el mejor publicista de sí mismo?
El autor subraya cómo Musk ha usado el relato como motor de negocio
La lectura es ágil, incluso divertida en sus momentos más ácidos. Cunningham no hace sangre gratuita, pero tampoco le tiembla el pulso al mostrar la cara más peligrosa que, al final, es la que ha enseñado al mundo tras la vuelta de Trumpen las últimas presidenciales de Estados Unidos: los problemas de seguridad en Tesla, la obsesión con el control, los conflictos laborales y la facilidad para prender incendios mediáticos desde su móvil.
Un personaje peligroso
Es un retrato que busca aportar datos sin bulos para entender lo peligroso de su discurso y su proceder. Este Elon Musk. Retrato de un oligarca nos muestra a una persona totalmente en conexión con el tecnoautoritarismo que propugnaba su abuelo en la Sudáfrica del apartheid.
Es un retrato que busca aportar datos sin bulos para entender lo peligroso de su discurso
La edición española de esta novela gráfica corre a cargo de Planeta Cómic y mantiene el diseño sobrio y funcional del original, ideal para un libro que quiere leerse casi de un tirón. Más que una biografía de fan o un libelo de detractores, es un cómic pensado para debatir después de tomarse un café: una obra que nos enseña las verdades del millonario más mediático del planeta y deja claro que la realidad siempre es menos heroica —y bastante más terrorífica— que el personaje que se ha construido.
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