
Gueorgui Ráichev
Traducción: Marco Vidal
Editorial: Caleidoscopio de Libros
Año de publicación original: 1923
Aléjate de este libro. Si lo abres, si asomas tu cabeza a su interior, si te adentras en sus páginas, lo más probable es que no lo cuentes. Que acabe contigo. Que aniquile tu razón y destroce tus nervios. Cuídate muy mucho de intentar leer un relato y nada más. Protégete de la curiosidad. Pon a salvo la razón. Tu razón.
Yo todavía no tengo claro cómo escapé o si es que estoy escribiendo esto desde otra dimensión, lejos de la realidad en la que acostumbraba a vivir. Yo leí las páginas escritas por Gueorgui Ráichev. Yo me adentré en la Locura y ahora ya es imposible distinguir qué es cierto y qué producto de mi trastocada imaginación.
Yo me adentré en 'Locura' y ahora ya es imposible distinguir qué es cierto y qué producto de mi trastocada imaginación
¿Me he convertido acaso en un personaje más de Locura? ¿He traspasado definitivamente el umbral que me separa de la cordura, del control, de la tranquilidad? ¿Soy una de esas personas sumidas en el drama, la desolación, el miedo, la inseguridad, que aparecen en los cuentos de Ráichev?
Si estas palabras pueden servir para alejar a la gente de este abismo con forma de libro, trataré de hacerlas llegar lo más lejos posible. Aunque no tengo claro que pueda siquiera salir de mi propia mente. En cualquier caso, trataré de poner algo de contexto a todo este dolor...
El diabolismo búlgaro
Tras la Primera Guerra Mundial, en Bulgaria, surgió una corriente literaria llamada diabolismo. Eran escritores interesados en los diablos interiores, nada de infiernos prefabricados, ni de antagonistas religiosos. Angustias, terrores, alucinaciones, obsesiones... Todo lo oscuro, misterioso e irracional que habita dentro de cada uno de nosotros tenía cabida en esa corriente literaria.
Las creaciones que ofrecía el propio cerebro eran mucho más terroríficas que cualquier fantasma, vampiro o monstruo externo
Uno de los autores que más aportó a esta corriente fue Gueorgui Ráichev. Los problemas económicos de su familia le obligaron a dejar los estudios y tuvo que trabajar desde muy joven como oficinista. A principios de los años veinte, cuando ya había empezado a publicar algunos relatos, fue destinado a Múnich. Allí, en un ambiente de exprimir la vida al máximo propio de la posguerra, se vio atraído por el psicoanálisis de Freudy subyugado por los cuentos de terror de Alla Poe.
Esta mezcla, sumada a los recuerdos de la Gran Guerra en la que participó, creó en Ráichev una literatura en la que el subconsciente y lo oculto cobraban protagonismo. Cambió la mirada del terror de la época. Lo aterrador no venía de fuera, sino de dentro. La percepción se distorsionaba y las creaciones que ofrecía el propio cerebro eran mucho más terroríficas que cualquier fantasma, vampiro o monstruo externo.
Un laberinto infinito
Por eso, cuando abres Locura y te deslizas por sus historias, el sol se nubla y una tormenta estalla sobre ti. De entre las páginas ves surgir nieblas, incendios e incluso dos brazos alargados y purulentos, casi esqueléticos, que tratan de agarrarte de las solapas, que tiran de ti hacia dentro, para hacerte caer en un estado emocional tan inestable como un laberinto infinito.
Transitar por 'Locura' es una especie de viaje a la cara oculta de la psique humana
El lenguaje a veces enrevesado, barroco, cargado de expresiones arcaicas —bendita sea la cordura y habilidad del traductor, Marco Vidal González—, con constantes simbolismos que alargan la sombra de la lectura, proyectando su contenido mucho más allá de lo que dicen las palabras impresas, te transporta lejos del libro. Te lleva por pueblos de arquitecturas imposibles, por casas repletas de sombras, por espacios claustrofóbicos.
De tal manera que transitar por Locura es una especie de viaje a la cara oculta de la psique humana. Es ponerle un micrófono a esas voces que no sabes si oyes o no. Es darle forma a las imágenes que no quieres ver. Es mirarse al espejo más cruel, preparado para devolverte siempre el rostro que más temes: el tuyo propio deformado por las fuerzas de la locura.
Sigue el canal de Ahora Qué Leo en WhatsApp para estar al tanto de todas nuestras reseñas, reportajes y entrevistas.
