Lleva 10 años dando consejos y desmintiendo bulos en redes sociales.

Una vocación que viene de ñiña

Con un millón de seguidores y 300.000 lectores, Lucía Galán es la pediatra más influyente de nuestro país, y tuvo clara su vocación desde bien pequeña. "Tuve una enfermedad muy grave con cinco años, una sepsis meningocócica,que me llevó a estar ingresada en un hospital, y durante días se temió por mi vida".

"Con cinco años superé una grave enfermedad; ahí supe que quería ser pediatra"

Unos días que no olvida. Como tampoco a aquella enfermera que le hacía trenzas, o esa otra que le leía cuentos por las noches. "Recuerdo aquellos profesionales que me hicieron sentir bien y muy bonito dentro de la gravedad de mi enfermedad, y aquellos que me provocaron pesadillas durante muchos años. Ahí entendí el tipo de pediatra que iba a ser... y el que no iba a ser", cuenta Galán.

La vida va de esto

Desde entonces procura ponerse en el lugar de los niños, de sus pacientes, incluso en los momentos más complicados, como el de Enzo, diagnosticado de leucemia. "Dos años después, fue dado de alta y entonces vino aquí, a consulta, me abrazó, lloramos... Fue precioso", recuerda.

"No me censuro. Si tengo que llorar la muerte de un paciente, lo hago"

Aunque con los años ha aprendido a aceptar que no todo sale bien siempre. "Ya no me censuro. Si tengo que llorar, pues lloro la muerte de un paciente. Es que es algo tan sumamente humano...".

Porque la vida, como dice en su nuevo libro, va de esto, de coleccionar los momentos bonitos y hacer que los duros sirvan de aprendizaje.