Transcurridas tres semanas desde la desaparición de Diana Quer, siguen todas las incógnitas abiertas y continúan las investigaciones para tratar de esclarecer qué pudo suceder.

Durante este tiempo, la Guardia Civil ha desplegado un gran operativo y ha realizado varias batidas por la comarca y también por sus alrededores.

Estos rastreos se han programado después de que la geolocalización de las señales de las últimas comunicaciones realizadas desde el móvil de Diana la situasen en esos puntos.

Además de las batidas, los investigadores han iniciado otro tipo de diligencias, como la visualización de las cámaras de seguridad. De este modo, según fuentes vinculadas al caso, el operativo está actualmente inmerso en la revisión de las datos de la cámara que el Ayuntamiento de A Pobra do Caramiñal tiene situada en un cruce y en las grabaciones de las jornadas comprendidas entre los días 19 y 25 de agosto.

En total, serán alrededor de 15.000 matrículas las que los agentes tendrán que inspeccionar para determinar qué vehículos pasaron por los lugares en los que los repetidores de telefonía detectaron el teléfono de Diana, puesto que los indicios señalan que podría haberse subido a un coche para hacer el recorrido desde su casa hasta donde se detectó la última señal de su teléfono.

En todo caso, el hermetismo por parte de los investigadores es total, con el objetivo de no interferir en las averiguaciones.