Según sus padres, Diana salió aquel día sin documentación y sin tarjetas de crédito. Lo único que llevaba encima eran las llaves de casa y 20 euros. Además, todo apunta a que la joven pasó por casa para cambiarse de pantalones. Lo que hace pensar que no tenía previsto ausentarse por mucho tiempo. Según un conocido suyo, "tenía planes inmediatos".

"Estuvimos hablando del carné de conducir. Ella se quería presentar cuanto antes. Yo la vi tranquila en todo momento", asegura un conocido, que prefiere mantenerse en el anonimato. Su madre siempre ha sostenido que su hija no se había ido voluntariamente. "Descartado, lo dije desde el primer día", asegura.

Pero su padre nunca ha cerrado esa puerta. Lo demuestran los mensajes que le ha mandado a su hija. "Diana si te has ido, simplemente llámanos", dijo en una ocasión.

Algunos testigos afirman que las peleas entre Diana, su madre y su hermana eran constantes. Además, según una amiga, la joven tenía ganas de regresar a Madrid. "Estaba cansada de estar allí, quería volverse", asegura.

Todos estos factores podrían haber hecho que Diana se marchase de casa. Pero el tiempo pasa y de momento, nada se sabe. Es una búsqueda a contrarreloj, porque los investigadores saben que una desaparición voluntaria puede derivar en cualquier momento en una forzosa.