A través de un programa de televisión británico, Alexandra Khefren, una joven residente en Londres, anunció que iba a vender su virginidad después de saber que la casa de sus padres iba a ser embargada. Además, también quería pagar sus estudios en la universidad.

Aunque los presentadores del programa intentaron convencerla para que no llevara a cabo su plan, la Alexandra no dudaba: "Hay muchas mujeres que han tenido por primera vez con alguien con quién después no han vuelto a ver".

Ahora, meses después, según informa Liberation, la joven modelo ha recibido una oferta de 2,3 millones de euros. Un empresario de Hong Kong estaría dispuesto a pagar esta cantidad por un encuentro sexual que podría tener lugar en Londres.

La noticia ha generado un gran polémica en las redes sociales, aunque la joven siempre ha insistido en que cada uno "puede hacer lo que quiera con su cuerpo". No obstante, la controversia no se ha quedado ahí, ya que los propios padres de la modelo han desmentido que tengan problemas de dinero, llegando a rogar a su hija que cambie de opinión.