Las notas de Bresha comenzaron a bajar y llegó a escaparse de casa para pedir ayuda a sus familiares. Temía por su vida y por la de su madre porque su padre había amenazado con matarles.

Entonces, Bresha cogió el arma del hombre que, al parecer, había aterrorizado a su familia durante años, y le mató de un disparo en la cabeza. Para su madre, ella es "su heroína", pero la niña ha estado luchando en los tribunales por su libertad desde entonces.

De hecho, hasta el momento, la posibilidad de que ella fuera juzgada como una adulta y no como una menor estaba sobre la mesa, lo que hacía factible que pudiera permanecer en la cárcel el resto de su vida.

En declaraciones a la edición anglosajona del diario 'Huffington Post', el abogado defensor asegura que la decisión del juzgado de que el caso continúe su curso según la ley de menores no cambia su determinación en la defensa de la joven.

"Esto no cambia que los hechos tuvieron lugar en una situación de defensa propia y continuaremos presionando para que Bresha vuelva a casa con su familia", dice.

A pesar de que la madre ya presentó una denuncia por malos tratos en 2011 y que asegura que "en 17 años de matrimonio", su marido le "cortó, rompió dedos y costillas" y le puso "los ojos morados", la familia del supuesto agresor niega las acusaciones vertidas sobre el fallecido.

Una vez que Bresha ha logrado evitar la cadena perpetua y "tener esperanza" respecto a su futuro, tanto ella como su familia y distintos movimientos ciudadanos, luchan ahora por que obtenga la libertad total. De momento, la próxima vista a la que se enfrentará está prevista para enero del año que viene.