Un testigo de la agresión de Alsasua aportado por la defensa del principal acusado, Ohian Arnanz, ha reconocido este jueves en el juicio que se ha sentido "un poco" presionado por los padres de éste para ir a declarar y que, en su opinión, los responsables "fueron a por" los guardias civiles.

El testigo, conocido en la localidad navarra como Paulette, ha dicho a preguntas del abogado de María José N.C. y Pilar P.O., las novias de los agentes de la Benemérita, que él no quería declarar en el juicio, pero que le han insistido "los padres de Ohian".

Inmediatamente el abogado le ha preguntado si se ha sentido "presionado", a lo que ha contestado que "un poco". El fiscal del caso pide para Ohian Arnanz una pena de 62 años y medio de prisión por lesiones y amenazas terroristas.

Posteriormente, Paulette ha publicado un comentario en su cuenta de Twitter en el que trata de aclarar lo declarado: "A ver, lo de que me han presionado a ir a declarar no es así, se ha interpretado mal, sólo me insistieron con todo el respeto del mundo. Sólo quería aclarar eso. No he tenido ninguna presión de nadie", ha afirmado.

A preguntas del mismo letrado durante el juicio, Paulette ha reconocido que después de los hechos habló con el hermano de María José N.C., a quien dio su "punto de vista" sobre lo ocurrido".

"Le dije que sí pensaba que había gente que había ido a por ellos (a por los guardias civiles), pero que han metido a gente que no tendría que estar aquí", ha explicado.

Sobre esto último, ha dicho después que se refiere a otro de los acusados, Jon Ander Cob, para quien se piden 50 años de cárcel por lesiones terroristas.

Paulette, que vive en Alsasua desde hace 16 años, era amigo de María José N.C. y juega en el equipo de fútbol de la localidad, junto con otros dos acusados, Jon Ander Cob y Julen Goicoechea.

Según ha relatado, vio toda la agresión y al teniente malherido, pero ha asegurado que no sabe quiénes fueron los responsables porque no les distinguió.

El testigo ha explicado que estuvo en el Koxka con María José N.C. y que ésta le pidió que acompañara a su pareja, el teniente de la Guardia Civil, al servicio, pero no le especificó por qué.

Cuando Ohian Arnanz increpó al teniente preguntándole si era "madero", Paulette ha señalado que se lo llevó de allí a otra parte del bar. Luego, cuando "empezaron los empujones", también ha remarcado que intentó "protegerla y cubrirla para que no la pegaran".

Paulette, que ha dicho que todo ocurrió muy deprisa, ha indicado que dentro del bar vio "empujones" contra las cuatro víctimas, pero que no recuerda patadas o puñetazos. "Los sacaron a empujones del bar", ha comentado, si bien ha dicho varias veces que no sabe quiénes fueron los responsables.

Ya en la calle, ha explicado que continuaron los golpes. Vio a personas dando patadas al teniente, que ya estaba tirado en el suelo, pero ha reiterado que no sabe quiénes fueron porque estaban "encapuchados". También recuerda que había sangre y que el guardia civil se quejaba de dolor en la pierna.

"Pasaba la gente corriendo, le propinaban un golpe y se iban", ha destacado Paulette, que ha dicho que le agredían en la espalda y en el pecho.

Asimismo, ha comentado que vio al sargento llorando y que tenía la camisa rota, pero no recuerda haber visto huellas de zapatos en ella.

En cuanto a Ohian Arnanz, Paulette ha explicado que cuando estaba en la calle le vio salir del bar "para ver qué pasaba", pero que se lo impidió. A la pregunta de por qué lo hizo, ha contestado simplemente que le "salió así".

Al ser amigo de María José N.C., ha indicado que le envió un mensaje al día siguiente para saber cómo estaba, en el que le dijo que le había intentado ayudar pero no lo había conseguido, pero no recuerda si intercambió algún comentario más.

También conoce los "problemas" que han tenido los padres de su amiga, que regentan un bar en Alsasua, desde que ocurrieron los hechos.