Descubren una nueva especie de carnívoro en el madrileño Cerro de los Batallones
Descubren una nueva especie de carnívoro en el madrileño Cerro de los Batallones
Ammitocyon kainos es la nueva especie hallada en el yacimiento del Mioceno de el Cerro de los Batallones, en Madrid. Este hipercarnívoro, que debía pesar unos 230 kilos, pertenece a la familia de los anficiónidos, popularmente conocidos como ‘perros-oso’.
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Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), la Universidad de Alcalá (UAH), la Universidad de Zaragoza y el Instituto Universitario de Investigación de Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA) han descrito la nueva especie de anficiónido, Ammitocyon kainos, a partir de los restos craneodentales de tres ejemplares excavados en el yacimiento de Batallones-3, en Madrid.
¡Su boca es como una navaja suiza! Estamos delante de un carnívoro muy especializado
Juan Abella, paleontólogo en el ICPLos fósiles que han permitido describir la nueva especie fueron hallados entre el año 2008 y 2011 e inicialmente asignados al género Thaumastocyon, pero los análisis posteriores y detallados de su dentición han revelado que realmente pertenecen a una especie nueva para la ciencia.
Ammitocyon kainos se caracteriza por la longitud y robustez de su mentón y hocico, así como de los incisivos y caninos que contrastan con la ausencia de los primeros premolares y últimos molares. Además, presentaba unas muelas carniceras muy desarrolladas, con grandes superficies cortantes, y unos molares masticadores relativamente pequeños. Ambas características se consideran como adaptaciones al hipercarnivorismo (condición que se da cuando más del 70 % de la dieta de un animal se basa en la carne), y no están presentes en ninguna especie actual de carnívoro.
Los estudios biomecánicos realizados sobre su mordedura muestran que las distintas áreas de la mandíbula cumplían funciones diferentes. Mientras que la zona más anterior les servía para agarrar a la presa y arrancar pedazos grandes de carne realizando movimientos bruscos laterales, la parte más posterior se utilizaba casi como una guillotina, que cortarían esta carne en pedazos más pequeños. “¡Su boca es como una navaja suiza!”, bromea Juan Abella, investigador del ICP y coautor del estudio.
Asimismo, la combinación de las características del aparato masticador con las de su esqueleto no se había observado anteriormente y revela unas adaptaciones ecológicas únicas. Sus patas delanteras y traseras eran robustas y fuertes, sus manos y pies muy cortos. Por eso, el equipo investigador estima que Ammitocyon kainos pesaba más de 230 kg.
“Estamos delante de un carnívoro muy especializado”, explica Abella. “Por sus características anatómicas no podía ser un cazador activo ni demasiado ágil, como los actuales cánidos ni félidos. Debía cazar al acecho o aprovecharse de las presas que cazaban otros carnívoros. ¡O ambas!”, dice el paleontólogo.
Un ‘perro-oso’ sin representante actuales
A. kainos vivió hace unos nueve millones de años y es el último miembro de la subfamilia Thaumastocyoninae que se incluye dentro de la familia de los anficiónidos, popularmente conocidos como ‘perros-oso’, aunque en realidad no están estrechamente emparentados ni con los perros ni con los osos. Esta familia no tiene representantes actuales, pero en el pasado fueron uno de los grupos de carnívoros más numerosos y diversos de los ecosistemas terrestres de Europa y Norteamérica.
En el pasado fueron uno de los grupos de carnívoros más numerosos y diversos de los ecosistemas terrestres de Europa y Norteamérica
“En Batallones 3 coexistió con otros grandes depredadores de más de 150 kg como son el anficiónido Magericyon anceps, el tigre dientes de sable Machairodus aphanistus y el pariente del oso panda Indarctos arctoides, por lo que el papel en el ecosistema de cada uno de ellos debería de estar bastante definido, para ser capaz de soportar dichas especies en la misma área”, explica el coautor Alberto Valenciano, paleontólogo de la Universidad de Zaragoza e IUCA.
El nombre de la nueva especie Ammitocyon kainos significa ‘el perro de Ammit’. Ammit era una deidad egipcia con cabeza de cocodrilo y patas de león e hipopótamo, unos rasgos anatómicos que recuerdan. El sufijo ‘cyon’ significa ‘perro’ en griego mientras que ‘kainos’ significa ‘nuevo’.
Batallones-3, una trampa natural para carnívoros
“Después de 30 años de excavaciones, los yacimientos del Cerro de los Batallones siguen dando gratas sorpresas”, destaca el investigador del MNCN Jorge Morales y coautor del estudio. El primer yacimiento del Cerro de los Batallones se descubrió en julio de 1991 debido a la explotación del terreno para obtener sepiolita.
Son cavidades naturales en las que los carnívoros debían entrar en busca de presas o agua y luego no podían salir
En el año 2001 fue declarado Bien de Interés Cultural como Zona Paleontológica por la Comunidad de Madrid, que ha venido financiando las excavaciones de los yacimientos hasta el presente. En total se han encontrado nueve cavidades con rellenos sedimentarios fosilíferos.
Algunas de estas cavidades se caracterizan por la gran cantidad de carnívoros que contrasta con la ausencia casi total de herbívoros. En Batallones-3 el porcentaje de carnívoros aumenta hasta el 99 %, cuando lo habitual en un yacimiento estaría entre el 10-15 %. La explicación a este fenómeno reside en su naturaleza geológica. Son cavidades naturales en las que los carnívoros debían entrar en busca de presas o agua y luego no podían salir.
“Pero el interés de los yacimientos de Batallones no solo reside en la calidad y cantidad de los fósiles encontrados sino también en la constatación de nuevos modelos de formación de yacimientos paleontológicos continentales y en el enorme potencial para la realización de estudios paleobiológicos y geológicos de todo tipo”, resume Jorge Morales que ha dirigido las excavaciones paleontológicas de 1991 a 2020.
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