Mientras Frank está esperando que su paquete sea entregado en un aparcamiento en Toronto, encuentra frente a sí una serie de extrañas coincidencias. Entiende que cayó en una trampa cuando la policía lo metió en la cárcel, acusándolo de un crimen que no cometió.

Su encarcelamiento se supone que le ayudará a obtener un paquete muy importante que hay que proteger fuera de los muros de la cárcel: la mano de un jefe de la mafia que acaba de ser asesinado... A pesar de que Frank protege la mano en una brutal persecución, ésta acaba perdiéndose para que el protagonista se encamine hacia su principal objetivo: desenmascarar la corrupción policial.