Pero ¿qué denuncian exactamente? La situación “insostenible” de la sociedad, que se acaben los recortes, derecho a una vivienda digna, gritan contra la corrupción y contra el pago de la deuda...

Partieron hace tres semanas desde Galicia, Cantabria, País Vasco, Aragón, Cataluña, Valencia, Andalucía y Extremadura. Días duros, con caminatas eternas, durmiendo en pabellones y comiendo gracias a los vecinos de los pueblos por los que han pasado.

Han comido hasta en plazas de toros que le han cedido. Nada importa, dicen, para defender los derechos sociales.