El 25-S se convoca en junio para ocupar el Congreso. Luego deciden rodearlo, tras la suspicacia levantada. La manifestación acaba con 64 heridos y 35 personas detenidas. Algunos políticos alaban la acción de los policías, otros la cuestionan. Hay más tensión que en cualquier otra manifestación de Madrid. Los antidisturbios cargan como nunca antes habían cargado. Además, a los manifestantes se les llaman 'golpistas'.

Desde fuera, concretamente de Nueva York llega la desacreditación de la protesta por parte del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. El problema son los manifestantes, no la acción de rodear el Congreso.

Esto llega un año y 4 meses después del 15-M, más tarde se aceleran las manifestaciones. Todos se han movilizado hasta superar las 30.000 manifestaciones y ni un paso atrás. Nada. Gobernando contra programa, con un argumento: No hay alternativa.