Estábamos "en la Champions League de la economía mundial", decía Zapatero. Los buenos datos económicos sólo tenían un pero, la pérdida de competitividad. Y, en algún punto entre Génova, Ferraz y la Moncloa, alguien dio con la clave

La investigación y desarrollo sería la clava para crear la España del futuro, a la vanguardia de la nueva economía. Por eso entre 2004 y el 2009, la inversión en I+D creció un 118%. Hasta que llegó este momento: “Habrá un recorte adicional sobre el inicialmente previsto. Algo más de 5.000 millones de euros”, anticipaba Zapatero en mayo de 2010.

La llegada de la crisis trajo los recortes. Desde 2009 el gasto en I+D ha caído un 36 %. Es la primera gran factura que nos deja el desastre económico: la vuelta a una España a la cola en investigación.

Hoy gastamos en I+D 300 euros anuales por habitante. Alemania nos triplica y Dinamarca nos cuadriplica. El gobierno de Mariano Rajoy ha anunciado la congelación del gasto en I+D hasta 2020.

La doctora Silvia Vidal sufre las consecuencias. Trabaja en el laboratorio de investigación biomédica del Hospital Sant Pau de Barcelona.

Como no tienen dinero, guardan el material con que trabajan en recipientes comprados en un bazar chino: Como un frasco de pepinillos. La caja de los bombones ‘mon seri’ aquí tiene otros usos.

El centro de referencia de investigación en España, el CSIC, está al borde del desastre. De los 410 millones de euros que tenía ahorrados en 2009, sólo quedaban 82 a principios de este año. Si no recibe dinero en las próximas semanas, podría dejar de pagar las nóminas.

El método español para salir de la crisis, el de la tijera, dejará otra factura en la España del futuro: una educación pública de menos calidad.

Entre 2010 y 2015 el gobierno prevé reducir el gasto en educación un 20%. Mucho teniendo en cuenta que España gasta en Educación la mitad del dinero que recomienda la UNESCO. 600.000 familias ya no percibirán ayudas para la compra de libros de texto. Y hay 138 millones menos para becas.

El curso empieza con 20.000 maestros menos y los profesores imparten asignaturas que no son las suyas. Y los ratios de alumno por aula están disparados.