Habría sido el propio rey el que habría pedido a Miquel Roca personalmente que se hiciese cargo de la defensa de su hija pequeña. Aunque sobre su relación con el Rey, el letrado no se pronuncia. Miquel Roca, educado y gentil, se muestra mucho más impaciente delante de las cámaras.

Todo lo contrario que Mario Pascual Vives, que desde que fue designado portavoz de Urdangarin, ha cumplido con la labor que se le encomendó, y gracias a él hemos sabido cómo se ha sentido en todo momento el duque y la propia infanta.

Vives se siente cómodo con los periodistas y no tiene problemas en responder a todas las preguntas que se le realizan. El veterano Miquel Roca, sin embargo, apuesta por la discreción.

Dos hombres muy distintos... para un matrimonio unido en la adversidad.