Muchas promesas que al final quedan en nada. Después de dos años de visitas, negociaciones y polémica, el magnate Adelson, dice adiós a Eurovegas.

Al parecer, Adelson y el Gobierno no se habrían entendido del todo. El Ejecutivo, que parecía ceder ante todas las exigencias del magnate, no ha podido decir que sí a las últimas: Asegurar la devolución del dinero invertido en caso de que en el futuro cambiase la normativa, y rebajar aún más el impuesto sobre el juego.

Pero la oposición no cree que sea cosa de la semana pasada, cree que hace tiempo que Adelson tiene problemas y que ésta ha sido la excusa perfecta para dar portazo a Eurovegas.

Las Vegas Sands, la empresa de Sheldon Adelson, agradece al Gobierno de Rajoy su esfuerzo durante estos años de negociación, pero ahora hacen las maletas y, anuncian, van a probar suerte en Asia.