Aprovechó que el portero del edificio no llegaba hasta más tarde y según algunos medios, que la familia Bárcenas esperaba un pedido a domicilio. Eran aproximadamente las 15:40 horas cuando un hombre vestido con camisa y pantalones negros, además de alzacuellos, llegaba a casa de Luis Bárcenas.

Se presenta ante ellos como una persona de instituciones penitenciarias que quiere pedir la libertad de Luis Bárcenas. Consigue así entrar en el domicilio, pasar hasta el salón donde están Rosalía Iglesias, su hijo Guillermo y una mujer que trabaja en el servicio de la casa de Bárcenas.

Abre su maletín y saca una pistola. laSexta Noticias ha podido saber que Rosalía Iglesias se encaró con él. A pesar de ello, el asaltante les amordaza con las manos a la espalda ayudándose de unas bridas. Les pide los pendrives, los discos duros, grabaciones y toda la documentación que tengan del extesorero. Para conseguirla recorre las estancias de la casa y es en el despacho de Luis Bárcenas donde Guillermo consigue romper las bridas y reducir al asaltante.

Es el momento en el que tanto Rosalía como la mujer del servicio se liberan. Esta última toma la pistola y baja a un bar a pedir ayuda, mientras Rosalía sale al balcón para gritar 'Socorro'.

Hemos conocido en exclusiva lo que Enrique Olivares, ese falso sacerdote, les dijo durante esa hora y cuarto. "Se acabó el juego, usted sabe a lo que vengo". Se refería al pendrive, a los discos duros y al resto de documentación que tendría Bárcenas guardada en su domicilio.

Hasta el domicilio de Luis Bárcenas acudieron facultativos de los servicios de emergencia para atender tanto a Rosalía Iglesias como a Guillermo Bárcenas. Fueron atentidos por crisis de ansiedad y heridas en las muñecas como consecuencia de la hora que estuvieron maniatados con las bridas. El detenido no quiso ser atendido por los sanitarios. El asaltante, detenido, ha pasado la noche en las dependencias de la Policía Nacional en Moratalaz

¿Quién es el asaltante?
El hombre se llama Enrique Olivares García. Tiene 64 años, y vive en Cuenca. Se sabe que tiene antecedentes por robo y por tenencia de drogas.

Enrique Olivares, una persona enfadada profundamente con Maria Dolores de Cospedal. Así lo hizo saber hace dos años en un periódico castellanomanchego. Allí escribió una carta. Contaba que tenía una discapacidad física del 66%, le recordaba las promesas electorales en las que Cospedal afirmó que no recortaría las ayudas a la asistencia social y a la sanidad.